Cuando parecía que el compromiso de construir una residencia de mayores en la zona de Jardín de Cano había alejado el fantasma del abandono que durante años ha rondado este enclave de El Puerto de Santa María, situado entre la calle de La Rosa y la avenida de Sanlúcar, la paralización del proyecto geriátrico y la falta de vigilancia y mantenimiento sobre las parcelas existentes, envueltos en la incertidumbre y el abandono, vuelven a poner sobre la mesa las quejas de los vecinos por la situación en que se encuentra dichos terrenos.

La preocupación principal que afecta a los vecinos de Residencial Las Gaviotas y Jardín de Cano, del que derivan otros problemas, es la falta de limpieza y mantenimiento de las parcelas sin construir, alguna de las cuales (en concreto la existente entre las calles La Parra, Santísima Trinidad, La Rosa y Espíritu Santo), aunque esté vallada de forma perimetral, "tiene continuamente abierta la cancela de acceso", que en algunos casos incluso ha desaparecido, lo que produce que dicho solar "sea empleado por los desaprensivos para proceder a realizar vertidos incontrolados, cuando no es empleado por prostitutas que rondan la zona para prestar sus servicios a sus clientes o bien por personas drogodependientes, que acuden al mismo para consumir sus dosis". 

Las parcelas están abiertas, lo que produce situaciones de marginalidad social.

Además, tal como se recoge en un nuevo escrito de denuncia presentado en el Registro del Ayuntamiento por uno de los residentes de la comunidad de propietarios afectado por la situación, el terreno "presenta un deficiente estado de conservación. Es ocupado por retamas, hierbas y otras especies vegetales ideales para servir de refugio a roedores e insectos", que acaban invadiendo la urbanización en la que vive el denunciante, algo que se hace extensivo a la práctica totalidad del residencial Jardín de Cano, cuyos vecinos exigen desde hace años una solución frente al abandono de estas parcelas y la marginalidad que atraen. El denunciante vuelve a recordar en este caso el deber de conservación que pesa sobre los propietarios de los terrenos, "que deben mantenerlos en condiciones legales de seguridad, salubridad, accesibilidad y ornato que exigen las leyes".

Uno de los solares, con suciedad y deficiencias en el cerramiento.

Además, el vecino reclamante añade que la Ordenanza Municipal de Residuos Urbanos y Limpieza Pública, "establece que el Ayuntamiento ejercerá la inspección y control de ese deber de conservación y podrá requerir a los responsables del terreno su limpieza de acuerdo con las instrucciones que dicten los servicios municipales".

Se recuerda igualmente en el escrito que los dueños de solares y parcelas, tienen obligación de vallarlos con cerramientos permanentes construidos con materiales que garanticen su estabilidad y su conservación. De igual forma, recuerda el afectado que está prohibido "vaciar, verter y depositar basuras, escombros y cualquier clase de materiales residuales en solares, parcelas u otros espacios de titularidad privada", como podría ser el caso, ya que la parcela pertenece al parecer a la entidad Fundomar tras la cesión realizada por el Ayuntamiento en 2019.

El denunciante expone que en caso de ausencia o negación de los dueños y cuando existan razones de interés público por las condiciones de salubridad "el Ayuntamiento, previo autorización judicial, podrá acceder a la parcela para proceder a su limpieza de forma subsidiaria, cuyos costes, previamente presupuestados, serán por cuenta del propietario". 

En base a estas cuestiones, el autor de la reclamación ante el Ayuntamiento pide que se requiera al propietario o titular del solar "que proceda a su limpieza y cerramiento estable". Cabe señalar que la demanda fue presentada por el particular el pasado 4 de mayo en el Registro Municipal, y cuenta con el apoyo de los residentes de Jardín de Cano, aunque hasta la fecha no ha tenido respuesta oficial.