La entrega de los premios del concurso Mejores Aceites de Oliva Virgen Extra Saludables obtenidos en la Provincia de Cádiz. Campaña 2018-2019 ha servido esta mañana para reconocer de nuevo la calidad del producto y el trabajo bien hecho. Pero también para reclamar ayudas diferenciadas al olivar tradicional o de montaña para que siga cumpliendo una función muy importante.

“Si se tiene que dejar el cultivo, si no es rentable, ¿quién iría a la Sierra, a los pueblos de la Sierra de Cádiz, cuando aquello estuviese todo abandonado? La amenaza de la España despoblada está llegando a esta provincia. Ahora el terreno está cultivado y eso trae turismo, viene la gente a hacer rutas, senderismo... Nosotros somos los jardineros de la Sierra”, explica Francisco Panduro, presidente de la cooperativa Nuestra Señora de los Remedios, de Olvera, que obtuvo el premio al mejor aceite frutado maduro saludable y mejor absoluto saludable.

Los premios fueros entregados por la presidenta de la Diputación Provincial de Cádiz, Irene García. El galardón al mejor aceite frutado verde saludable fue para la cooperativa El Agro, de Setenil de las Bodegas. Y el premio al mejor aceite ecológico saludable, a la cooperativa Nuestra Señora del Rosario, de Algodonales.

“Quienes pongan el aceite de oliva de la provincia de Cádiz sobre su mesa tienen que saber que se trata de un producto de altísima calidad”, dijo Irene García durante la entrega de los premios. El objetivo de concurso, señaló, es “hacer viable un sector por el que tenemos la obligación de apostar”.

Los tiempos no son buenos para el olivar tradicional, coincidieron en comentar los premiados. “Vienen nubarrones para los olivares. El olivar de montaña tiene mucha mano de obra y está pasando por un mal momento”, considera Antonio Aguilera, presidente de la cooperativa El Agro, que desde hace tres años está colocando su producto en Estados Unidos.

“Vienen años difíciles para el sector”, aventura también Juan Herrera, presidente de la cooperativa Nuestra Señora del Rosario. “Lo único que nos queda”, afirma, “es mantener la calidad del producto. Creo que es lo único que nos puede salvar”.