El verano que vivimos, la película de Carlos Sedes (Fariña, Velvet) que traslada al espectador al Jerez de los años 50, ya ha lanzado su último tráiler previo al estreno de la película en cines que tendrá lugar el 6 de noviembre.

Protagonizada por Blanca Suárez (Perdiendo el norte, Las chicas del cable), Javier Rey (Fariña, Velvet), y Pablo Molinero (La Peste) el filme narra una historia de amor inspirada en hechos reales, contada en dos tiempos y que tiene a Jerez, en el verano de 1958, como escenario principal haciendo un recorrido a través de su historia, su cultura, sus bodegas y sus viñedos

Además de los actores que interpretan el triángulo amoroso formado por los personajes de Lucía, Gonzalo y Hernán, completan el reparto Carlos Cuevas (45 revoluciones, Merlí, Cuéntame cómo pasó), Guiomar Puerta (45 revoluciones), María Pedraza (La casa de papel, Élite, A quién te llevarías a una isla desierta); el nominado al Goya, Moreno Borja (Carmen y Lola, Arde Madrid, La Peste); la ganadora del Goya, Adelfa Calvo (El Autor, Viaje al cuarto de una madre, La Isla Mínima,); el gaditano Manuel Morón (Celda 211, Todo sobre mi madre, 7 años) y el ganador del Goya Joaquín Nuñez (Antes de la quema, Caníbal, Grupo 7). 

Esta película también supone el debut en la música para cine del artista Alejandro Sanz que ha compuesto el tema principal de la cinta.

El verano que vivimos, con guion de  Ramón Campos, Gema R. Neira, Salvador S. Molina, Javier Chacártegui y David Orea, es una producción de Mr. Fields and Friends, Atremedia Cine, Warner Bros Entertaiment España, Bambú Producciones, La Claqueta y 4 Cats Pictures, en colaboración con Buendía Estudios y Amazon Prime Video y con la producción asociada de Orange.

Argumento de 'El verano que vivimos'

Unas misteriosas esquelas llegan a manos de una joven periodista. Siempre sin firmar. Siempre dedicadas a una tal Lucía. En ellas, se adivina una historia de amor, amistad y traición que sucedió en las viñas de Jerez durante el verano de 1958. Un amor inmortal cuyos protagonistas, a pesar de que han pasado cuarenta años, no quieren olvidar. Hay momentos que duran toda una vida.