Consecuencias del coronavirus

La paralización de Navantia supone un duro golpe a la industria del metal

  • Los 3.000 tripulantes del 'Carnival Victory' deben regresar a sus países de origen en medio de las fuertes restricciones impuestas a los viajes desde España

  • El contrato de las corbetas para Arabia Saudí también sufrirá retrasos

El 'Carnival Victory' llega a la Bahía de Cádiz. / Fernando Aragón

La paralización de la actividad en tres centros de trabajo de Navantia en la Bahia de Cádiz por el brote de coronavirus supone un duro golpe a la industria del metal de Cádiz. A partir de este lunes la empresa de limitará la presencia en el centro de trabajo solamente de los trabajadores asociados a las actividades consideradas como imprescindibles o esenciales.

Entre otras medidas, creará un Comité de Emergencia en cada centro de trabajo compuesto por responsables del centro y representantes de los trabajadores, que se reunirán diariamente y harán un seguimiento de la situación.

En un nivel superior, se formará un Comité de Emergencia Central que tendrá como cometido realizar un seguimiento las medidas que se vayan tomando y coordinar los Comités de Emergencia de cada centro de trabajo. "Una vez normalizada la situación, las actividades se retomarán inmediatamente para garantizar el cumplimiento de todos los programas", ha informado la empresa en un comunicado.

La situación ha sorprendido justo cuando iban a empezar dos trabajos de entidad en el sector de los cruceros. En el dique seco de Puerto Real se encuentra desde el jueves el 'Carnival Victory'. Sanidad Exterior retrasó el desembarco de los 3.000 tripulantes ante la sospecha de un caso de coronavirus, que posteriormente fue descartado.

El buque se quedará en el astillero de Puerto Real pero sin realizarse ningún tipo de trabajo. Los operarios que habían llegado se irán yendo para sus países de origen poco a poco. El problema estriba en que este contingente, formado por medio centenar de nacionalidades según fuentes sindicales, se encontrará con grandes dificultades para viajar a sus países debido a las restricciones impuestas a España por la crisis del coronavirus.

El otro encargo que iba a empezar este lunes era la reforma en el astillero de Cádiz del 'Allure of the Seas'. Aunque inicialente Royal Caribbean había decidido limitar la varada, aplazando la reforma de los camarotes, el armador ha decidido finalmente suspenderla. El barco zarpó este domingo de Barcelona y se dirige a Gibraltar, según el portal especializado MarineTraffic. Precisamente, Royal Caribbean ha anunciado este sábado la suspensión de sus cruceros por la situación global.

En el astillero de Cádiz también se encuentra la fragata 'Navarra', una obra que fue evacuada el pasado jueves ante un posible caso de coronavirus de un tripulante del buque.

El contrato de las corbetas para Arabia Saudí, que iba incluso por delante de los plazos fijados, también se verá afectado por esta situación. La botadura de la primera corbeta estaba prevista para el mes de abril.

En cuanto a Puerto Real, quedan paralizados los tres contratos relacionados con el negocio off-shore: una plataforma para un campo petrolífero en Noruega que debía estar lista el próximo mes de mayo; a construcción de 20 soportes para el parque eólico marino Moray Firth Offshore East, y la estructura de un molino flotante para el campo Kincardine, ambos en Escocia.

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