Cuando el bolsillo aprieta, los gastos se miran con lupa. Pero cuando el personal tiene horizonte, alegría de vivir o ha sufrido las restricciones y limitaciones por la pandemia, la cosa se relaja y hay más ganas de todo. Un buen termómetro de lo que ha supuesto la buena afluencia de visitantes a la Sierra durante este verano se percibe en lo que cuentan ventas, comercios, hoteles y casas rurales de la comarca. Pero, además, se percibe en otros negocios que también se benefician cuando hay trasiego de forasteros. En este caso, se puede tomar el pulso a lo que ha supuesto los buenos datos de afluencia de turistas desde una administración de loterías de El Bosque.

Y pulsamos el despacho de la administración número 1 Las Truchas, en el municipio bosqueño, que puede ser una radiografía después del difícil año de pandemia con cierres perimetrales que ha afectado a economías locales muy dependientes del turismo. Esta administración fue noticia a nivel nacional hace siete años cuando dio el Gordo de Navidad y repartió nada menos que una lluvia de 80 millones de euros. Su dueño, Francisco Neira, explica que el verano no ha ido nada mal, después de un año pandémico muy duro, con cierres perimetrales, cuando el turismo se redujo a cero y los negocios de este y otros pueblos de la Sierra se las vieron canutas.

“Ha habido mucha gente este verano. Las ventas han ido mejor que el año pasado. Durante el mes de agosto casi la totalidad de lo que ha salido ha ido a parar a gente de fuera que han comprado, por ejemplo, décimos de cara a la Lotería de Navidad. La mayoría se ha vendido a visitantes ”, explica Neira.

Esta administración ubicada en uno de los accesos a El Bosque y en pleno triángulo de ventas y restaurantes, cuenta que la mayoría del turismo que ha disfrutado de los atractivos bosqueños ha sido nacional, sobre todo, de las provincias limítrofes y resto de Andalucía, Extremadura y Madrid, principalmente. “El verano ha estado animado. Nos afectó los cierres perimetrales como a todo el mundo. Tuvimos que acatar, pero espero que estemos en la nueva normalidad. Los meses de julio y agosto han estado muy bien. Hemos vendido en ventanilla porque ha habido más afluencia. La mayoría de las ventas se han ido fuera. Pero aún queda Lotería para el que quiera. Este año se ha notado menos la presencia de turistas extranjeros, que también compran, sobre todo, el Euromillón”, explica Neira, que compara los buenos datos con el año anterior, cuando “las ventas se realizaron más a través de Internet y por teléfono”, apostilla.

Además de El Gordo que repartió en 2014, este despacho de Lotería repartió hace dos años un quinto premio también de la Lotería de Navidad. Francisco Neira se complace que el buen tirón del verano haya ayudado a El Bosque. “Me consta que han estado a tope casas rurales, hoteles, cámping, piscinas. Todo ha estado muy bien”, se reconforta.