medio ambiente

El litoral gaditano "cosecha" 15 Banderas Negras

  • Tres de estas calificaciones de mala gestión ambiental coinciden con Banderas Azules: Fuentebravía, La Barrosa y Roche  

La playa de Fuentebravía, en El Puerto, durante la realización de unas obras.

La playa de Fuentebravía, en El Puerto, durante la realización de unas obras. / D.C.

Dos banderas menos que el año pasado: la costa gaditana ha merecido este años 15 Banderas Negras, la calificación que otorgan los colectivos ecologistas a aquellos tramos que consideran sufren algún tipo de pérdida en su calidad ambiental. De estas quince, tres han sido también calificadas -denuncian desde Ecologistas en Acción- con la distinción de Bandera Azul desde la Fundación Europea de Educación Ambiental: son los casos de la playa de Fuentebravía (El Puerto), La Barrosa (Chiclana) y Roche (Conil). Un doble 'galardón' que demuestra, dice el colectivo, la "incoherencia y falta de rigor en la concesión de este año, al igual que ocurrió el verano pasado".
"Los premios de Bandera Azul -desarrollan- solo indican la existencia de servicios para los bañistas, pero no reconocen una verdadera gestión ambiental. Este tipo de premios no deben exhibirse como ecoetiquetas". Así, los ecologistas señalan la construcción de edificaciones en la misma playa de Fuentebravía, alimentada con arena de forma artificial; el "desparrame urbanístico" que sufre la Barrosa y la depuradora "inútil" de Roche.  Por su parte, la playa de Torreguadiaro, en San Roque (que también ostenta Bandera Azul) merece un Punto Negro porque sus "efluentes van a la depuradora de Sotogrande, playa que sufre regresión costero y vertidos esporádicos". 
Por otro lado, apunta desde EA, las playas urbanas entre Bonanza, Bajo de Guía y Las Piletas, en Sanlúcar, y la playa y acantilados de Roche han pasado de Bandera Negra a Punto Negro. Y hay dos nuevas Banderas Negras este año: las playas de La Línea (punto negro en 2018), por los "numerosos puntos de vertido de aguas residuales tanto a la Bahía de Algeciras como a la playa de Levante" y por la "ocupación de la playa de Poniente con diversas infraestructuras"; y la playa de Guadalquitón, "por la amenaza de urbanización de un alcornocal costero de gran valor ecológico". 
El resto de Banderas Negras en la provincia van a parar a la playa de la Puntilla (El Puerto), con un vertido cuyas aguas residuales insuficientemente depuradas por el emisario submarino desde la depuradora Las Galeras.; a la de El Palmar, en Vejer, que aúna al "descontrol urbanístico", el mal funcionamiento de la depuradora; la de Caños de Meca y Tómbolo de Trafalgar, en Barbate, con "edificaciones ilegales, sin depuración de aguas fecales ni red de abastecimiento de agua potable, sin alcantarilla, con el acuífero costero contaminado y sometido a extracciones incontroladas"; a las del Carmen y la Hierbabuena, que siguen sufriendo a la depuradora de Barbate -uno de los municipios multados por la UE en julio del año pasado por la mala depuración de sus aguas residuales-. 
También reciben Banderas Negras las playas de Atlanterra y Los Lances, en Tarifa, ambas por su urbanización: la primera, por contar con edificaciones desmesuradas en un tramo litoral de protección especial, habiéndose "destruido cordones dunares de gran valor ecológico" y, en el caso de la segunda, por un nuevo plan de urbanización que se une a la turistificación cada vez más intensa.
El litoral de Algeciras cuenta con distintos puntos de vertidos de aguas residuales, con una dinámica litoral muy dañada, con daños como pérdida de arena por dragados efectuados por la Autoridad Portuaria de Algeciras, gran presencia de algas invasoras y restos de plásticos de las bateas mejilloneras (la playa del Chinarral, por ejemplo, presenta tan mal estado que no es frecuentado por los algecireños).  La playa de Palmones, en Los Barrios, suma a las aguas residuales vertidos directos de fecales desde el polígono industrial de Palmones, además de vertidos químicos y endémicos de carbón a la playa del Rinconcillo. La depuradora de San Roque no funciona y afecta a la playa y desembocadura del Guadarranque, además de los olores y vertidos atmosféricos. Las playas de Puentemayorga y Campamento también sufren las aguas residuales y emisiones de la refinería de petróleo, con un grado de degradación muy alto; mientras que las playas de La Línea sufren el vertido de un sinfín de aguas residuales
Por último, los ecologistas denuncian también el proyecto urbanístico Victoria Keys, en Gibraltar, que piensa levantarse ganando terreno al mar sin previos "estudios de impacto ambiental" y con "total falta de transparencia financiera". El Peñón también tiene problemas con sus aguas residuales y de los riesgos inherentes a la reparación se submarinos nucleares.  
La campaña de Banderas Negras, nacida en 1999, es una denuncia pública de aquellas playas o tramos de litoral que sufren vertidos contaminantes, agresiones urbanísticas o cualquier otra actuación que ocasione una pérdida de calidad ambiental del litoral.

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