Las empresas de la industria auxiliar de Cádiz han iniciado los trámites para un cierre patronal que empezará a entrar en vigor a partir de este sábado y que afectará a más de 2.500 trabajadores, según ha confirmado Femca, la patronal gaditana del metal. La medida se ha adoptado a raíz del resultado de las asambleas celebradas esta mañana en los astilleros de San Fernando y Puerto Real. En el caso de la factoría isleña, un pequeño grupo de operarios ha vuelto al trabajo pero en el astillero de Puerto Real no se ha reanudado la actividad.

"Es un cierre patronal para defender a la empresa y evitar que incurra en gastos por una imposibilidad manifiesta de acceder al trabajo", han indicado fuentes de la patronal."Atañe a más de 2.500 trabajadores de forma directa, que se encontrarán a partir de este sábado con su empleo suspendido", agregaron desde Femca, que han resaltado "que la Coordinadora de Trabajadores del Metal no les deja acceder a su puesto de trabajo ni Navantia pone los medios para que podamos trabajar". 

Femca celebró este jueves una asamblea de sus empresas asociadas en la que se acordó ir al cierre de las empresas si los operarios de Puerto Real y San Fernando no volvían a sus puestos de trabajo después de una semana de paro impulsado por la Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM). En el caso de Cádiz, los trabajadores de la industria auxiliar acordaron este jueves mayoritariamente acudir a sus puestos de trabajo.

Las movilizaciones impulsadas por la Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM), una organización vinculada a sindicatos como el SAT, Ustea, CNT o la CGT, han encendido las alarmas del sector ante la posibilidad de que se retrasen los contratos pendientes de entrega como los tres trabajos off-shore que están a punto de culminarse en Puerto Real, o el programa de las corbetas de Arabia Saudí en San Fernando. Además, las empresas temen que se "ahuyente a los clientes", según Femca.

Precisamente, la empresa noruega Aibel ha advertido a Navantia que no contará con la Bahía de Cádiz para futuros contratos si se retrasa la entrega de la plataforma en construcción en el astillero de Puerto Real prevista para el próximo 27 de octubre.

La CTM reclama carga de trabajo para los astilleros de la Bahía, cumplimiento de los convenios y readmisión de los operarios que fueron despedidos el pasado viernes "como represalia por las movilizaciones", según afirman, y que están acampados frente al astillero. A ello se suma una última reivindicación: "que se haga una auditoria externa a Navantia y que se aclare por qué no se logra traer carga de trabajo".

Las protestas no cuentan con el apoyo de los comités de empresa de los tres astilleros de Navantia en la Bahía. La presidenta del comité de Puerto Real, Marga Forné, ha llegado a calificarlas de "actuaciones salvajes" que buscan "engañar a la ciudadanía" en unas polémicas declaraciones a Radio Cádiz. Además, el comité ha denunciado "coacciones, amenazas y acoso" a los trabajadores que sí desean trabajar.

Desde la CTM se defiende que sus ataques no se dirigen a los trabajadores sino "incompetencia de la dirección de Navantia a la hora de traer carga de trabajo a Puerto Real y la Bahía".