Puerto Real

El ex futbolista Raúl González, a punto de ser juzgado por el fracaso de Gadir Solar

  • La Audiencia de Madrid revoca el intento de archivo del proceso por el que sus socios le reclaman 7,1 millones de euros por el fallido proyecto de energías renovables en Puerto Real

El ex jugador del Real Madrid Raúl González, en la capilla ardiente del futbolista José Antonio Reyes en Sevilla.

El ex jugador del Real Madrid Raúl González, en la capilla ardiente del futbolista José Antonio Reyes en Sevilla. / Julio Muñoz / Efe

El fracaso de Gadir Solar salpica al ex futbolista Raúl González. El ex jugador del Real Madrid está al borde de ser juzgado por un posible delito societario por la quiebra de esta empresa que formó parte del plan de reindustrialización por el cierre de Delphi en Puerto Real.

La Audiencia Provincial de Madrid ha revocado el intento de archivo del caso en el que Aurantia, su socio en el proyecto de energías renovables, le acusa de vaciar una de sus empresas para evitar el pago de una deuda de 7,1 millones de euros, según publica el diario El Mundo. La decisión judicial coloca a Raúl a un paso del banquillo al considerar que existen "hechos de carácter delictivo", según el auto emitido por la Audiencia de Madrid. 

Este hito supone un paso más en la larga batalla judicial en la que se enfrentan los accionistas de Gadir Solar, fabricante de paneles solares que echó el cierre en 2012 tras presentar un ERE para sus 196 trabajadores, la mayoría ex empleados de Delphi.

El origen del caso es el acuerdo suscrito en 2008 entre Aurantia, una firma vinculada a la familia Naranjo, y Europa Scar Sport S. L., propiedad del ex futbolista y administrada por su madre, María Luisa Blanco. Europa Scar adquirió el 20% de Cadmos, el accionista único de Gadir Solar, mientras que el 80% restante se quedó en manos de Aurantia. 

El presidente de Aurantia, Rafael Naranjo, interviene en la inauguración de Gadir Solar en 2009. El presidente de Aurantia, Rafael Naranjo, interviene en la inauguración de Gadir Solar en 2009.

El presidente de Aurantia, Rafael Naranjo, interviene en la inauguración de Gadir Solar en 2009. / Borja Benjumeda

Cadmos solicitó en 2009 un crédito de 35 millones de euros al banco Credit Suisse cuyos accionistas se comprometieron a devolver. Pero la crisis económica y el recorte de las primas a las renovables hirieron de muerte a Gadir Solar. La entidad financiera exigió la devolución del crédito al igual que la Junta de Andalucía, que reclamó el reintegro de las subvenciones concedidas.

Aurantia demandó a la empresa de Raúl después de que ésta intentara sin éxito que se declarara nulo el acuerdo entre ambas compañías. A su vez, el ex jugador del Real Madrid demandó a Aurantia por irregularidades en la gestión. En febrero de 2016, un juzgado ordenó el embargo de casi 7,2 millones de euros, cantidad que se elevó después hasta los 9,3 millones de euros por los intereses de demora.

Trabajadores de Gadir Solar se manifiestan ante la planta en 2011 Trabajadores de Gadir Solar se manifiestan ante la planta en 2011

Trabajadores de Gadir Solar se manifiestan ante la planta en 2011 / D. C.

La firma del ex futbolista recurrió la ejecución del embargo alegando que había presentado un concurso de acreedores en junio de 2016. Por su parte, Aurantia denunció que Europa Scar Sport fue vaciada al ser escindida y transferirse sus activos a otras empresas vinculadas a Raúl.

Planes ambiciosos en la Bahía

Aurantia desembarcó en la Bahía de Cádiz a comienzos de 2008 al anunciar una inversión de 174 millones de euros para instalar una fábrica en La Cabezuela, Gadir Biodiésel; otras dos en Puerto Real, Gadir Solar, y una planta solar en el Parque Tecnobahía, en El Puerto. Al frente estaba Rafael Naranjo, ex propietario de Sufi, una empresa especializada en medio ambiente y gestión del agua que fue adquirida por Sacyr en 2005 por 142 millones de euros.

La crisis económica echó por tierra las aspiraciones de Aurantia. Gadir Biodiésel se fue al traste al poco de colocar la primera piedra y Gadir Solar, que fue inaugurada en septiembre de 2009 en las antiguas instalaciones de Transportes Carrillo de Puerto Real, cerró en 2012, dejando en la calle a sus 196 trabajadores a pesar de que había recibido más de 25 millones de euros en ayudas públicas. Poco antes, el sindicato CCOO había expresado sus dudas sobre el futuro de la compañía al denunciar que "no tenía clientes" y se dedicaba a acumular la producción de paneles solares.

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