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La estación de Renfe de Puerto Real: una trampa para viajeros con movilidad reducida

Usuarios del tren suben a pulso la silla de ruedas de una viajera con diversidad funcional

Usuarios del tren suben a pulso la silla de ruedas de una viajera con diversidad funcional / DCA (Puerto Real)

Las medidas que Gobierno de España ha puesto en marcha para fomentar el transporte público y mejorar la movilidad, con iniciativas como la gratuidad del transporte en trenes de Cercanías y Media Distancia se quedan en nada para las personas con movilidad reducida al llegar a la estación de Puerto Real, que se ha convertido en una trampa para los viajeros en silla de ruedas.

La estación, el pasado fin de semana, coincidiendo además con la celebración del Día de la Discapacidad, volvía a quedarse sin ascensor y sin escaleras mecánicas, dejando atrapados en el andén soterrado a los viajeros con movilidad reducida.

En concreto, en la tarde del pasado sábado, una usuaria en silla de ruedas salía del tren y se encontraba con la escena. Lo cuenta Pilar Castro, una usuaria que presenció la escena y que, junto a su familia y otros viajeros, tuvieron que unir fuerzas para que la mujer con diversidad funcional pudiese salir de la estación. “Es increíble que sigan pasando estas cosas”, dice Pilar Castro.

Escaleras mecánicas de la estación de Puerto Real en una imagen reciente Escaleras mecánicas de la estación de Puerto Real en una imagen reciente

Escaleras mecánicas de la estación de Puerto Real en una imagen reciente / C.P. (Puerto Real)

Según relata la mujer, “un viajero tuvo que coger a la chica en peso para subir las escalera, mientras otro usuarios cargaban con la silla, porque no había forma de que saliese de allí”. Aunque la triste escena acabó siendo un ejemplo de solidaridad y de buena voluntad, lo cierto es que el mal trago de la usuaria a la que ayudaron fue mayúsculo. “Nadie tiene que pasar por esa situación, porque si ni tan siquiera se puede prestar ese servicio de movilidad es que estamos fallando como sociedad”, lamente Pilar Castro.

No es la primera vez que se producen incidentes similares en la estación puertorrealeña, y la solución que se plantea a los usuarios cuando no funciona el ascensor es siempre la misma. La única alternativa posible es que estos viajeros, en lugar de apearse en Puerto Real (su auténtico destino), continúen su viaje hasta otra estación que, dependiendo de los horarios, puede ser la de El Puerto de Santa María, Las Aletas o incluso Jerez. Que allí se baje para hacer un cambio de sentido y después de esperar el tiempo que marque el horario de Renfe, subir a otro tren con destino a Puerto Real para llegar hasta el andén contrario y cruzar los dedos para que ese ascensor sí funcione.

Una odisea para las personas con movilidad reducida que pretenden hacer uso del transporte público. Además de las evidentes molestias, esta maniobra multiplica el tiempo que deben invertir los pasajeros para llegar a su destino, así como el precio del viaje, ya que deben pagar dos trayectos por un problema que le es del todo ajeno

Este problema se encuentran no solo las personas que viajen en silla de ruedas, también aquellos que lo hacen con carros de bebe o personas mayores que se encuentran con la sorpresa al llegar a la estación. Esto se suma a la tan denunciada falta de personal que atienda a los viajeros en la estación de la Villa.

Hay que recordar también que recientemente, el pasado mes de octubre, una mujer se quedó atrapada en el interior de la estación al desprenderse el ascensor, y tuvo que ser rescatada por los bomberos.

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