Sucesos

Se cumplen diez años del accidente del helicóptero en el centro de El Puerto

  • Este sábado hace una década de uno de los siniestros más aparatosos ocurridos en el casco urbano

Una imagen del aparatoso accidente ocurrido hace ahora diez años en la calle San Juan.

Una imagen del aparatoso accidente ocurrido hace ahora diez años en la calle San Juan. / Fito Carreto

El 18 de septiembre de 2011 -hoy sábado justo hace diez años- se registraba uno de los accidentes más aparatosos acaecidos en el centro de El Puerto de Santa María. A las cinco menos diez de la tarde de aquel domingo un helicóptero con tres personas a bordo se estrellaba contra el pavimento de la céntrica calle San Juan, junto a la Iglesia Mayor Prioral.

Los tripulantes eran un piloto alemán y dos técnicos de nacionalidad austríaca, que estaban tomando fotos desde el aire para una publicación digital. Los tres tenían edades comprendidas entre los 35 y los 40 años y afortunadamente no sufrieron daños de gravedad.

Así quedó el aparato tras la colisión contra el pavimento. Milagrosamente no hubo víctimas. Así quedó el aparato tras la colisión contra el pavimento. Milagrosamente no hubo víctimas.

Así quedó el aparato tras la colisión contra el pavimento. Milagrosamente no hubo víctimas. / Fito Carreto

Los testigos contaron en su día cómo poco antes de la colisión escucharon un ruido extraño. El helicóptero colisionó además con al menos tres edificios antes de estrellarse contra el suelo, uno de ellos en la calle Zarza y otros dos en la misma calle San Juan.

En el caso de la Prioral una de las aspas dio un golpe a la piedra sobre el Camarín de la Patrona, la Virgen de los Milagros, quedando el aspa sobre la azotea de la casa del párroco. Quiso la providencia que poco antes se hubiera instalado una reja sobre la vivienda del párroco del templo -que era entonces Diego Valle- y esa protección evitó que la colisión hubiese provocado daños mucho más graves. Y es que al engancharse una de las aspas del helicóptero en la reja metálica, el aparato cayó al suelo con mucha menos fuerza, rompiendo también algunas farolas.

Casualmente, en el momento de la colisión un equipo de bomberos portuenses se encontraba en las inmediaciones, ya que habían acudido para atender un aviso menor, por lo que tardaron muy poco tiempo en llegar hasta el lugar del siniestro, donde ya también algunos vecinos se encontraban prestando auxilio a los tripulantes del helicóptero.

Diego Valle, que en el momento del accidente no se encontraba en el templo, recuerda aquella jornada de hace diez años como “un acontecimiento milagroso”. Y es que como recuerda el entonces párroco de la Priora “se dieron tres circunstancias importantes: en primer lugar el aspa del helicóptero se encontró con la reja que se había instalado muy poco tiempo antes, tras impactar sobre el Camarín de la Virgen; ninguno de los tres ocupantes sufrió daños serios a pesar de la gravedad del accidente; y nadie pasaba por la zona en una calle tan transitada como San Juan en el momento del accidente”. En cuanto a la tramitación posterior del siniestro, Valle recuerda que el seguro se ocupó de cubrir los daños causados en la reja y el Camarín, aunque como destaca lo verdaderamente importante fue el milagro de que no hubiera víctimas.

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