El alcalde de Arcos, Isidoro Gambín, junto al delegado de Infraestructuras, Diego Carrera y el jefe de obras de Aqualia, Sergio Mena, visitaron ayer las obras del nuevo depósito de agua de la Cuesta de las Caleras (en la carretera de El Bosque) cuyo fin es resolver los problemas de cortes en el suministro que sufren algunas zonas de la localidad. Este nuevo equipamiento está dividido en dos vasos distintos con 1.500 metros cúbicos de capacidad cada uno.

En cuanto a los trabajos, concretamente, ya se ha efectuado el movimiento de tierras y el desvío de las redes necesarias, y se ha procedido a las tareas de cimentación. El siguiente paso será el armado y ejecución de los muros y todo el forjado. Se espera que la obra si la climatología lo permite esté terminada en los primeros meses de 2021. Según ha resaltado Gambín, el problema del agua “es complicado, grave y prioritario para este equipo de gobierno”.

En este sentido, explica que en Arcos son dos los principales obstáculos que existen: uno, el estado de la red de abastecimiento, y dos, la falta de infraestructuras. Por ello, aludía a este nuevo depósito y al pozo ejecutado junto a El Santiscal como inversiones que mejorarán las reservas de agua y paliarán las interrupciones de suministro fundamentalmente en las zonas rurales. Incidiendo en esto, el regidor enumeró otras complicaciones como las inundaciones en El Santiscal, y la falta de presión en zonas de las Canteras y La Zorra.