Los vecinos de la parroquia de San Marcos tienen todas las tarde un motivo para sonreír durante el coronavirus. Y su nombre es Antonio Durán, el párroco de esta la Iglesia que no duda en subirse todas las tardes hasta el techo del templo para poner música y animar a los vecinos.

Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña. Y eso mismo es lo que está haciendo él en estos tiempos donde la iglesia permanece cerrada a los fieles para evitar el contagio del covid-19. "¡Que nadie se sienta sólo!", ha exclamado más de una vez desde las alturas con un megáfono. En, definitiva, una Iglesia cercana, a la que se puede acudir y que no se olvida de las personas. 

Su imagen y algún que otro vídeo ya están dando vueltas por las redes sociales. Los vecinos con balcones dan a la iglesia están de suerte, ya que pueden verlo sin problemas; pero los otros que dan hacia otras orientaciones, o que están más lejos, intentan tirar la basura a las 20:00 horas para poder coincidir con él. "¡Simplemente es genial!", exclaman algunos desde el suelo.