Mercado inmobiliario de Cádiz

La pandemia lleva a la compraventa de pisos a su peor registro en tres años

  • Cádiz registra en abril 754 operaciones, un 20% menos que en marzo, pese al confinamiento

  • El sector confía en una recuperación en el tercer trimestre si mejora la situación económica

Pisos a la venta en una inmobiliaria en Cádiz.

Pisos a la venta en una inmobiliaria en Cádiz. / Jesús Marín

La pandemia de coronavirus también ha arrastrado al sector inmobiliario gaditano, que se encontraba en una fase de estabilización tras seis años consecutivos de crecimiento . En el mes de abril se registraron un total de 754 operaciones de compraventa de viviendas en la provincia de Cádiz, un 20% menos que en el mes de abril y un 31% inferior a febrero, último mes completo de actividad económica normal antes de la declaración del estado de alarma, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). En comparación con abril de 2019, se ha producido un descenso del 36,8%.

Pese a que el dato del pasado abril supone el peor registro mensual desde febrero de 2017, hay que tener en cuenta que comprende el periodo en el que la economía llegó a una hibernación casi total, con restricciones inéditas en lo que se refiere a la libertad de movimientos. Y aún así, es superior a la media mensual que se alcanzó entre 2011 y 2015, los años más duros de la anterior recesión.

La vivienda de segunda mano se ha visto menos afectada que la nueva. El sector contabilizó 604 compraventas de pisos usados, un 16% menos que en marzo. En términos interanuales, supone un descenso del 35,2%. y es el menor registro desde diciembre de 2017.

En cuanto a la vivienda nueva, apenas se registraron 150 operaciones, un 31% menos que en marzo. Es el peor dato de toda la serie estadística, que arranca en 2007. Para la Federación Provincial de Empresarios de la Construcción (FAEC), detrás de esta caída se encuentra “la situación de las notarías y los registros durante el estado de alarma así como las restricciones a los desplazamientos”, según señala Jorge Fernández-Portillo, secretario de la patronal.

Dudas en notarías

Al igual que ocurrió en otros sectores, la confusión sobre la inclusión del servicio notarial entre las actividades esenciales generó muchas dudas. “Lo cierto es que se restringió a actuaciones de carácter urgente. Durante los últimos días de marzo y abril se han firmado escrituras que estaban en proceso de notaría a las que le faltaba un fleco. Pero todo lo demás se paró”, explica el directivo de FAEC.

No obstante, el sector insiste en que “no se han encendido las señales de alarma”. “Las escrituras de vivienda nueva que se están realizando ahora son sobre operaciones que se iniciaron hace dos años. Por lo tanto, no existen más alteraciones más allá de las causadas por la crisis sanitaria”, explica el secretario de la patronal, que asegura que una vez que se ha iniciado el desconfinamiento, se ha retomado la firma de reservas de viviendas sobre planos, pese a que el ritmo es “inferior al habitual”.

“En nuestro sector prevemos un impacto paralelo al que la pandemia tenga en el PIB. Esperamos datos regulares en mayo, pero confiamos en que la recuperación llegue en el tercer trimestre  y que en el cuarto se alcance velocidad de crucero”, sostiene el representante de FAEC, que reconoce, no obstante, que todo dependerá del desarrollo de la pandemia. “Por primera vez, una crisis no depende de algo que esté en manos de los operadores económicos, sino de las decisiones en materia sanitaria”, señala.

Tendencia positiva truncada

Si se amplía el foco al primer cuatrimestre, se comprueba que la pandemia ha frenado la tendencia positiva con la que el sector había arrancado el año. En los meses de enero y febrero se superaron el listón del millar de operaciones mensuales, algo que no pasó entre 2012 y 2017.

Sin embargo, entre enero y abril se firmaron 3.942 operaciones, un 15% menos que en el mismo periodo de 2019. En el caso de la vivienda nueva, se contabilizaron 857 compraventas, un 27% menos que en el primer cuatrimestre de 2019 y el dato más bajo desde 2017.

En cuanto a la vivienda usada, se pasaron de las 3.468 unidades intercambiadas entre enero y abril de 2019 a las 3.085 del mismo periodo de 2020, lo que implica un descenso del 11% y también marca el peor registro desde 2017. Eso sí, se mantiene la proporción de una vivienda nueva vendida por cada tres usadas, a diferencia de lo que ocurría antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, cuando la proporción era la inversa.

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