A pocas horas del inicio de la campaña electoral menos atractiva

La provincia de Cádiz encara con aburrimiento la cuarta campaña electoral en un año

  • El PSOE vuelve a partir como favorito en unas generales en las que hasta tres escaños pueden cambiar de dueño

  • El PP confía en remontar el vuelo, Ciudadanos se teme lo peor y Más País es la novedad

  • Unidas Podemos está otra vez ante su reto de siempre: volver a salvar su segundo escaño

Aburrimiento, hastío, hartazgo... A pocas horas de que esta noche arranque una nueva campaña electoral, nadie puede decir que el sentimiento general mayoritario entre la ciudadanía de la provincia de Cádiz sea el de la ilusión. El "¿para qué vamos a votar?" sigue creciendo como la espuma para acallar a aquellos otros que insisten en la teoría de "si hay que votar otra vez, pues se vota, que para eso estamos en democracia".

Sea como fuere, esta campaña será la cuarta en apenas un año (tras la de las andaluzas de finales de noviembre, la de las generales de abril y la de las municipales y europeas de mayo) y las del 10 de noviembre serán además las cuartas elecciones generales en solamente cuatro años (tras las de diciembre de 2015, las de junio de 2016 y las del pasado abril). Son, indiscutiblemente, cifras llamativas que vienen a refrendar una situación de bloqueo político en el Gobierno de España jamás conocida hasta ahora.

Eso sí, para no aburrir aún más al electorado, la última reforma legal ha permitido reducir esta campaña a una semana, al tratarse de unos comicios repetidos que se convocan al haber sido imposible conformar un Gobierno en el tiempo prefijado para ello por la Constitución.

Pese a tratarse de unas elecciones de ámbito nacional y no regional, y pese a reducirse el periodo de tiempo reservado para la petición de voto, sorprende que todos los partidos hayan coincidido a la hora de traer a sus principales líderes a la provincia de Cádiz. Pedro Sánchez (PSOE) estuvo en un acto de precampaña en la capital gaditana la semana pasada, Pablo Iglesias (Unidas Podemos) hizo lo propio en Jerez el viernes pasado, Santiago Abascal (Vox) participó ayer en un acto público en la localidad jerezana, Albert Rivera (Ciudadanos) estará esta tarde-noche en Cádiz y, aunque aún no está confirmado, no se descarta la opción de que Íñigo Errejón (Más País) visite igualmente la provincia algún día de la próxima semana. Y en cuanto al PP, aunque se desconoce si Pablo Casado tocará suelo gaditano en esta mini-campaña, sí es verdad que esta formación parece decidida a poner toda la carne en el asador trayendo a otros de sus cargos de renombre como Juanma Moreno, Ana Pastor, Elías Bendodo o Loles López, entre otros.

Este aterrizaje masivo de los primeros espadas de las principales formaciones políticas no hace sino confirmar lo que ya vienen aventurando las encuestas: el resultado electoral en la provincia de Cádiz está muy abierto. Y es que se da por hecho que el escrutinio del 28 de abril experimentará varias modificaciones con respecto a los resultados del 10 de noviembre. Lo que queda por dilucidar es si esos cambios serán muchos o pocos.

Quien quiera buscar algún parangón entre esta repetición de elecciones generales y lo que pasó entre las de diciembre de 2015 y las de junio de 2016, puede esperar sentado. Porque entonces, el menos en la provincia de Cádiz, el reparto de los 13 escaños en juego (nueve al Congreso de los Diputados y cuatro al Senado) se mantuvo inalterable. Pero en esta ocasión tanto las encuestas como los vaticinios de los propios partidos políticos abren la posibilidad a que hasta tres de esos 13 escaños cambien ahora de dueño. El del segundo diputado de Ciudadanos, el del único senador de esta misma formación naranja y el del segundo diputado de Unidas Podemos son los escaños que, al menos a priori, parecen estar más en el aire.

Lo curioso es que estas variaciones –si se terminan corroborando– se producirían en un panorama muy parecido al que había en la provincia en abril, al menos en lo que a las candidaturas se refiere.Porque si hace seis meses en Cádiz concurrieron 10 listas al Congreso, todas ellas vuelven ahora a presentarse y además manteniendo a sus mismos números uno. Y si al final en estos comicios concurren 12 candidaturas es porque a las 10 que ya fueron de la partida en abril se les suma ahora Por Un Mundo más Justo (PUM+J), cuya lista electoral fue anulada hace seis meses y, sobre todo, Más País, el partido de Íñigo Errejón, quien fuera uno de los fundadores de Podemos.

Más País sueña con alcanzar los 50.000 votos que en teoría le darían un escaño en el Congreso por Cádiz. Pero ese listón podría bajar hasta los 45.000 o los 40.000 votos si al final termina cayendo mucha la participación. En junio de 2016, cuando ya hubo que repetir las elecciones, en la provincia votó el 64,10% del censo electoral, es decir. 1,56 puntos menos que el 65,66% que había votado en diciembre de 2015. En esta ocasión el punto de partida es el 69,36% de participación que registró la provincia el pasado 28 de abril.

Aparte de la batalla que se avecina entre el bloque de izquierdas y el de derechas para ver cuál es mayoritario en la provincia, estas elecciones también constatarán si existe o no un resurgimiento del bipartidismo. De momento el PSOE, claro favorito, confía en conservar su buen resultado de abril (tres diputados y tres senadores), aunque los más optimistas de este partido sueñan incluso con amarrar un cuarto diputado que llevaría a Madrid a Gemma Araujo, ex alcaldesa de La Línea y ex delegada de la Junta. Y el PP, por su parte, confía en remontar el vuelo situándose de nuevo como segunda fuerza y recuperando un escaño para el alcalde de Vejer, José Ortiz, en el Congreso, y para el de Algeciras, José Ignacio Landaluce, en el Senado.

Ciudadanos se teme lo peor y tiene el reto de salvar lo máximo de su gran resultado de abril, cuando obtuvo dos diputados y un senador. Unidas Podemos persigue una vez más amarrar ese segundo diputado por Cádiz que siempre está en el aire pero que siempre logra conservar in extremis. Y Vox ha pasado de preocuparse en mantener su diputado a soñar con lograr un segundo representante en el Congreso.

Y aún quedan seis candidaturas más: el Partido Animalista (con Eduardo Rovira como cabeza de lista), Andalucía por Sí (José Manuel Acosta), Recortes Cero (Ana María Muñoz), el Partido Comunista del Pueblo Andaluz (Francisco Ferrer), el Partido Comunista Obrero Español (David Segura Moreno) y PUM+J (Rosario López Ramos).

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