La ciudad de El Puerto de Santa María parece ir en el buen camino hacia el Sacrificio Cero de animales. Eso parecen reflejar al menos las cifras de evolución del censo de animales recogidos en las instalaciones del Centro Municipal de Protección Animal (Cemuproan). En las cifras se observan algunas particularidades que se ponen de relieve cuando se analizan los datos, que fueron ofrecidos días atrás a este periódico en una visita realizada a dicho centro municipal, situado en el polígono industrial El Palmar, en la calle Francisco Cossi Ochoa, y de cuyo funcionamiento es responsable la empresa concesionaria Urbaser.

De esta forma, en el global de los datos se observa en primer lugar que el perro sigue siendo el mejor amigo del hombre, ya que en el cómputo general del año 2020 se produjeron un mayor número de adopciones caninas que adopciones de gatos. Los datos reflejan en concreto que el año pasado los ciudadanos acudieron al Cemuproan y adoptaron a un total de 427 animales, de los cuales 238 eran perros mientras que los gatos adoptados fueron 189. Es decir que los perros que encontraron un nuevo hogar superaron el número de gatos en 49 ejemplares.

No obstante, se observa una segunda tendencia en la gráfica comparativa en la evolución del censo de animales del Cemuproan. Y es que, si bien en los primeros meses del año el número de perros que estaban atendidos en las instalaciones era bastante superior al número de gatos (los duplicaban e incluso los triplicaban), esta tendencia fue cambiando a lo largo de los meses, hasta finalizar el año con unos porcentajes mucho más igualados, de tal forma que a fecha de 29 de diciembre había 40 perros y 50 gatos en espera de adopción.

Otro dato curioso es el aumento de adopciones de perros durante los meses de confinamiento del estado de alarma. Desde mediados de marzo hasta finales de junio de 2020 la cantidad de perros alojados en el Cemuproan se redujo de manera considerable, pasando de 106 a 62 individuos. El número de gatos, por contra, se mantuvo estable, en una media de 20 ejemplares. En esos meses coincidentes con el confinamiento, hubo semanas enteras en que no se registró ni una sola adopción de gatos, mientras se dieron los mayores picos de adopciones caninas, quizá como una forma de hacer más llevadera la soledad o para incorpora un miembro más a la familia en un momento en que los niños pasaban mucho tiempo en las casas. 

Es curioso comprobar cómo en las últimas semanas del pasado año, una vez pasado el confinamiento y los meses fuertes de verano, las adopciones de gatos comenzaron a superar a la de perros y como los primeros han ido ganando terreno como residentes del Cemuproan.