Balance de la campaña de conservación

La Janda rinde homenaje a uno de sus emblemas: el aguilucho cenizo

  • El grupo ornitológico Tumbabuey organiza para este sábado en Tahivilla un acto que supondrá el colofón a la campaña realizada este año para la conservación de esta especie tan tradicional de la comarca

  • La evolución de los niveles de reproducción de esta rapaz experimenta un claro descenso en esta zona de la provincia en los últimos años

El próximo sábado, día 26 de septiembre, el Grupo Ornitológico Tumbabuey, en colaboración con la ELA Tahivilla, llevará a cabo un acto denominado la Noche del Aguilucho, que servirá de colofón a la campaña que se ha realizado a lo largo de todo para garantizar la conservación de ese emblema de la comarca de la Janda que es el aguilucho cenizo.

El acto se realizará en la caseta municipal de Tahivilla (perteneciente a Tarifa aunque limítrofe con la Janda) a las 20 horas, respetándose las medidas de aforo y seguridad pertinentes marcadas por las autoridades sanitarias.

Este acto arrancará con una presentación breve del proyecto de conservación del aguilucho cenizo en la Janda, destacando las medidas y las actuaciones realizadas, así como los resultados obtenidos.

Asimismo, se llevará a a cabo también la presentación del libro "Sacapuntas, una vida de aguilucha", que es un cuento largo para adultos escrito por Antonio Aguilera e ilustrado por Pablo Ortega en el que se cuentan las aventuras de Sacapuntas durante su primer año de vida. Sacapuntas es una aguilucha rescatada de un nido de la provincia de Cádiz que fue liberada en Tahivilla en 2019 con la intención de reforzar la población local. Desde la organización de este acto se destaca que esta obra es muy interesante porque permite acercar a la sociedad el milagro que supone ser un aguilucho en los tiempos que corren.

Por otra parte, en el transcurso del acto previsto para este sábado se procederá a la entrega del Premio de Conservación del Aguilucho cenizo 2020. En esta ocasión Tumbabuey ha decidido otorgar dos premios a la conservación de esta especie: uno a José Antonio Orellana Mesa, por "su inmensa y voluntaria dedicación" a la hora de buscar nidos y parejas de esta especie en la provincia de Cádiz, y el otro a la Plataforma para la conservación de las aves esteparias y sus hábitats en Andalucía, por "su capacidad para aglutinar personas y entidades con el único fin de conservar las estepas cerealistas de nuestra comunidad, realizando todo tipo de actuaciones de modo altruista".

La Noche del Aguilucho tiene como finalidad última la puesta en valor de esta especie y del trabajo realizado por los voluntarios que por ella trabajan, recordando la importancia del movimiento social para la conservación de la misma.

El grupo Tumbabuey, que tiene su sede en Algeciras, cuenta con ornitólogos con más de 30 años de experiencia en el seguimiento y marcaje de especies protegidas, y lleva haciendo el seguimiento de la población de aguiluchos cenizos de la comarca de la Janda desde 2004.

El aguilucho cenizo (Circus pygargus) es el menor de los aguiluchos ibéricos y es una rapaz migradora típica de los medios agrícolas en Europa Occidental. Generalmente nidifica en cultivos cerealistas, aunque algunas poblaciones ocupan pastizales. La población reproductora en Europa se fundamenta en España (con una estimación de entre 6.000 y 7.000 parejas reproductoras) y Francia (entre 3.000 y 5.000). La comarca de la Janda ha sido considerada desde siempre una zona histórica de cría para esta especie que tanto en España y en Andalucía está catalogada como vulnerable, atendiendo a los criterios de la UICN.

El aguilucho cenizo visita la Península Ibérica a principios del mes de marzo en busca de lugares idóneos para su reproducción, seleccionando principalmente los cultivos de cereal. La selección de este hábitat es la causa de la elevada mortalidad por acción indirecta del ser humano, debido a que la recogida mecanizada del cereal se hace cada vez más temprana y de forma rápida, coincidiendo con el periodo reproductivo de la especie.

La evolución de la especie en la comarca del Estrecho de Gibraltar ha mostrado un continuo descenso durante los últimos años reduciéndose cada vez más el número de territorios. Se dispone información desde que entre los años 1995 y 1997 la Agencia de Medio Ambiente financiara el proyecto Estudio de la situación del aguilucho cenizo y realización de la campaña de salvamento en la provincia de Cádiz”. En ese estudio se censaron 34 parejas seguras y nueve probables en todo el Campo de Gibraltar. El seguimiento realizado por Tumbabuey desde el año 2004 muestra muchas fluctuaciones interanuales, con máximos en el año 2008 (30 nidos) y mínimo en el año 2019 (apenas dos nidos). La tendencia es muy negativa en el número de puestas en los últimos años. Durante la temporada de 2020 tan sólo se detectaron tres puestas, un descenso que pone a esta población al límite de la extinción.

A lo largo de estos años las medidas de conservación han ido evolucionando hacia un modelo basado en la compra en pie de grandes superficies de cereal o pasto para que la reproducción de la especie no se vea alterada, aunque desde el propio grupo ornitológico Tumbabuey se reconoce que este modelo necesita del aporte económico de entidades y pequeños mecenas que proporcionen los fondos necesarios para el pago de compensaciones a los agricultores.

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