Este lunes arrancó en la Audiencia Provincial de Cádiz el juicio con jurado a un hombre acusado de asesinar a su cuñado y de intentar matar a su sobrino tras dispararle hasta en dos ocasiones con una escopeta de dos caños yuxtapuestos en Paterna.

En la primera sesión de la vista con tribunal popular prestó declaración el procesado, F.H., quien aseguró que nunca tuvo ningún tipo de conflicto con la familia de su esposa, si bien admitió que ella sí tuvo problemas con su hermano a raíz de una herencia familiar. "Si ellos no le hablaban a mi mujer, yo tampoco les hablaba a ellos", terminó reconociendo. 

A preguntas de la Fiscalía, el encausado dijo que no le constaba que el día anterior a los hechos, el 10 de febrero de 2018, se produjera discusión alguna en el seno familiar. Sin embargo el 11 de febrero, explicó, se levantó porque escuchó gritos en la calle. "Me asomé a la puerta y vi a mi cuñado, a su esposa y a mi sobrino pegando mi mujer, que estaba tirada en el suelo. Mi sobrino llevaba un cuchillo grande de cocina".

Según la versión del acusado, entró de inmediato a su casa, cogió una escopeta de doble cañón que tenía, pues era aficionado a la caza, y salió hasta la puerta de la cancela exterior de su vivienda. "Yo no sé qué me ocurrió entonces, me bloqueé, cogí el arma y disparé al aire. No sé si alcancé al alguien". 

Tras el primer disparo, indicó el procesado, "mi sobrino gritaba: ¡os voy a matar! mientras que su madre lo arengaba: ¡mátalos!, ¡mátalos! Después mi sobrino quiso abrir la puerta de mi cancela, agaché la escopeta para intentar cerrar el acceso y se me escapó otro disparo". "¿Otra vez?", le preguntó la fiscal del caso a F.H. tras escuchar este fragmento de su testimonio, a lo que el encausado contestó: "¿Usted sabe el miedo que yo pasé?, ¿usted sabe cómo estaban esas personas?".

En este punto del interrogatorio, la fiscal cuestionó al acusado sobre cómo era posible que su sobrino presentase como lesión un disparo por la espalda si, según su versión de lo sucedido, su sobrino venía de frente. "La escopeta se me disparó... no sé cuántas veces. Tampoco recuerdo cuántas veces la cargué, creo que dos. Lo que sí puedo asegurar es que nunca disparé a mi sobrino. Jamás", manifestó F.H. 

Asimismo, el encausado negó ante el tribunal popular que ese 11 de febrero de 2018 confesara la autoría del crimen a los agentes de la Guardia Civil que se personaron en la calle Perro de Paterna, donde ocurrieron los hechos que ahora se juzgan. 

Por último, la representante del Ministerio Fiscal destacó "las contradicciones" en las que incurrió el procesado en fase de instrucción. "En su primera declaración dijo que no recordaba nada, sin embargo, en su segunda declaración negó haber disparado a su cuñado", apunto la acusación pública. Al respecto, F.H. argumentó que la primera vez que prestó declaración estaba resfriado, se había automedicado y había ingerido "dos o tres copas de coñac". La acusación particular, por su parte, añadió que en la fase inicial de la investigación no mencionó en ningún momento que su sobrino portase un cuchillo. 

A modo de conclusión, el acusado aseveró ante el jurado: "Mis sobrinos han perdido a su padre, pero mis hijos también me han perdido a mí, que estoy preventivo en la cárcel".

"Me estaba esperando"

En la primera sesión del juicio con jurado por el crimen de Paterna también testificó el hijo de la víctima mortal, sobrino del encausado. El hombre explicó que la relación entre las dos familias era "nula". "Desde que mis tíos se mudaron a Paterna no nos hablábamos. Mi tía siempre estaba buscando problemas, haciendo ruido...".

El día antes de la muerte de su padre, precisó, su tía (esposa del procesado) pasó por un local de su propiedad donde estaban realizando obras. "Nos grababa con el móvil y nos decía que esos trabajos eran ilegales". Al día siguiente, el 11 de febrero de 2018, la mujer continuó con las grabaciones. "¿Parece que estés enamorada de mí?", le comentó entonces su sobrino, que relató al tribunal que a partir de ahí comenzó la disputa. "Mi madre salió y le dijo que no se metiera conmigo. También acudió mi padre para mediar. Acto seguido, apareció mi tío y disparó a mi padre en el pecho. Salió y lo apuntó. No pudo hacer nada para salvarse".

"Después me apuntó a mí", continuó su intervención el hijo del fallecido. "Huí a gatas hasta la casa de otro familiar para refugiarme y cuando me incorporé para entrar en la vivienda, mi tío me disparó por la espalda", narró el testigo visiblemente afectado. 

Una vez dentro de la casa, prosiguió, fue asistido por su familia. A los pocos minutos, 10 o 15, el hombre herido abandonó el domicilio en busca de su padre. "Nada más salir, mi tío me estaba esperando. Le escuché gritar: sal para fuera, que el que me queda eres tú. Me disparó un segundo tiro y me alcanzó en el lado derecho del cuerpo; caí y me desmayé. Lo siguiente que recuerdo es que llegó la Guardia Civil y que había mucha gente a mi alrededor, pero yo lo único que quería era ver a mi padre".

El sobrino del encausado afirmó que a raíz de este ataque fue ingresado en el hospital durante 13 días porque algunos perdigones le alcanzaron el pulmón. También especificó que actualmente recibe ayuda psicológica y psiquiátrica. "Cuando me acuesto, veo la escopeta".

La Fiscalía solicita para F.H. 26 años de prisión por un delito de asesinato y un delito de homicidio intentado. La acusación particular, ejercida por la familia de las víctimas, pide 44 años de cárcel por un delito de asesinato y dos delitos de intento de asesinato. Ambas acusaciones consideran que en este caso concurre la agravante de abuso de superioridad. La defensa sostiene que el encausado nunca tuvo intención de matar a sus familiares y que sufrió un arrebato. Por ello, plantea que sea juzgado como autor de un delito de homicidio y otro delito de lesiones.