Provincia de Cádiz

Vuelven los vis a vis a las cárceles

  • Prisiones levanta las cuarentenas para los internos de nuevo ingreso y para los que reingresan tras disfrutar de un permiso penitenciario.

  • Csif critica la "mala planificación" de la Secretaría General: "Esto puede acarrear un brote que, hasta ahora, se ha evitado en las cárceles gaditanas".

Interior de una celda en una cárcel portuense.

Interior de una celda en una cárcel portuense. / Fito Carreto,

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias remitió este jueves a los centros penitenciarios un escrito con los requisitos en la nueva normalidad de la crisis sanitaria del Covid-19. Así, se ha anunciado la vuelta progresiva de las comunicaciones íntimas, familiares y de convivencia, así como "el fin de la obligatoriedad" de las cuarentenas para todos los internos de nuevo ingreso o reingreso en los centros tras disfrutar de un permiso.

La institución dependiente del Ministerio del Interior ha informado de que con su instrucción "culmina" el proceso de desescalada que llevó al cierre al exterior de todas las cárceles españolas para evitar la propagación del virus. Según Prisiones, los 84 positivos registrados sobre una población reclusa cercana a 50.000 personas sitúa la afectación del coronavirus en una tasa cuatro veces inferior a la de la población en general.

En la provincia de Cádiz no se ha producido por el momento ningún contagio entre la población reclusa desde el inicio de la pandemia. Tan solo un funcionario de prisiones de Puerto II y una empleada de mantenimiento de Puerto III dieron positivo en Covid-19.

Medidas específicas en las cárceles

En general, serán de aplicación las mismas indicaciones sanitarias y las mismas obligaciones que tiene la población en general: uso de mascarillas, distancia de seguridad, desinfección de superficies, el lavado de manos o evitar acudir al centro penitenciario si se presentan síntomas.

No obstante, Prisiones incluye otra serie de medidas con carácter particular en lo referente a las comunicaciones personales, que deben empezar a realizarse de forma progresiva. "Primero volverán las comunicaciones íntimas o vis a vis, después las familiares y, en último lugar, las de convivencia".

Se avisará con suficiente antelación a los servicios médicos del centro para que constaten que no existe impedimento, desde el punto de vista sanitario, sobre las personas que van a acceder al centro. Además, se exige la firma de una declaración responsable en la que se comprometen a respetar las medidas de prevención y a no acudir al centro en caso de infección o síntomas compatibles con la Covid-19.

De otra parte, Prisiones levanta las restricciones de ocupación de hasta el 50% de los locutorios y, en lo referente a ingresos o reingresos, ordena que todas las personas sean examinadas por el médico a efectos de valorar el riesgo y la posibilidad de adoptar medidas como su permanencia en observación médica, cumpliendo con el Reglamento Penitenciario.

Esta normativa dirigida a restaurar la nueva normalidad en las cárceles ha tenido muy buena acogida entre la población reclusa, no así entre sindicatos de funcionarios de prisiones como Csif. Ángel Luis Perea, representante de este sindicato, critica la "mala planificación" de la Secretaría General en este asunto. "No hay personal médico suficiente para el filtro de control de familiares, es más, los fines de semanas solo hay un médico de guardia", explica Perea, que considera que esta decisión de reabrir los centros debería haber venido acompañada de un refuerzo de la plantilla. 

Desde Csif Cádiz, recuerdan, solicitaron a Instituciones Penitenciarias la instalación de dos arcos de seguridad, uno de temperatura y otro de desinfección. "Pues bien, no se han dispuesto ninguno de los dos sistemas".

"Va a ser muy difícil controlar esta nueva situación en los centros penitenciarios", asegura Perea. "Sin los medios necesarios, el desconfinamiento puede acarrear un brote que, hasta el momento, se ha evitado en las cárceles gaditanas". 

El Ministerio del Interior cerró las prisiones y suspendió todo tipo de contacto con el exterior a raíz de la entrada en vigor del estado de alarma. Este doble aislamiento de los internos se compensó con medidas como la ampliación de las llamadas a las que tienen derecho los presos, gratuitas para las personas sin recursos, o la introducción de las videollamadas, una nueva forma de comunicación que ha llegado para quedarse, aseguran fuentes penitenciarias

Durante las distintas fases de la desescalada, los presos han ido recobrando paulatinamente sus actividades cotidianas, como las clases y los exámenes a través de la UNED o los encuentros presenciales con miembros de distintas ONGs que participan activamente en su reinserción.

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