San Fernando

En marcha una campaña para atajar la proliferación de palomas

  • El Ayuntamiento advertía hace semanas que su número supera "el umbral de tolerancia"

Captura de palomas con jaulas con cebo en las azoteas de instalaciones municipales.

Captura de palomas con jaulas con cebo en las azoteas de instalaciones municipales. / Román Ríos (San Fernando)

El objetivo es rebajar el elevado número de palomas que habita en la ciudad para dejarla en cifras más manejables, frenar su crecimiento antes de que se vaya definitivamente de las manos y controlar la población existente, que tantas molestias origina a los isleños al generar una suciedad difícil de erradicar.

Su presencia, además, supone un gran problema para el patrimonio, el paisaje urbano y para el mantenimiento de los edificios en el centro –aunque el problema se extiende también más allá, a otras zonas de la ciudad– y para las terrazas de los establecimientos de hostelería. De ahí la necesidad de intervenir.

En el pasado mes de febrero, el Ayuntamiento reconocía que la población de palomas se había multiplicado hasta el punto de estar "por encima del umbral de tolerancia". La solución pasaba por tramitar un contrato para atajar la proliferación descontrolada de estas aves. La Isla no es una excepción ante la polémica que el crecimiento descontrolado de palomas causa en otras localidades vecinas, entre ellas la propia capital gaditana. Entre los medios a utilizar se proponía el uso de jaulas selectivas, cañones de redes y hasta de aves rapaces.

El presupuesto de licitación del contrato ascendió a 14.374,80 euros (IVA incluido). Y la intervención ya está en marcha. Desde hace unos días se ha empezado a trabajar con las denominadas jaulas selectivas, que emplean cebo para captar a ejemplares de palomas y proceder posteriormente a su retirada. Dichas jaulas se han repartido en distintos puntos, especialmente en las azoteas de edificios públicos.

No es la primera vez que desde el Ayuntamiento se lleva a cabo una campaña de este tipo, por muy sorprendente que pueda parecer. De hecho, las obras de rehabilitación del Ayuntamiento provocaron un auténtico éxodo de palomas que anidaban en este edificio –cerrado desde el año 2006– que obligó a tomar drásticas medidas al afectar directamente al Mercado Central allá por el año 2017.

Se trata de un proceso de varias semanas. El contrato adjudicado, de hecho, plantea un plazo de seis meses para llevar a cabo esta campaña de control de la población de palomas ya que esta función es una de las mejoras que asumirá también la nueva adjudicataria de los servicios de limpieza viaria y recogida de residuos, que se ha adjudicado recientemente.

De entrada se plantea una intervención en las zonas "especialmente conflictivas", esto es, las mayor número de palomas soportan. Los puntos sugeridos son la plaza del Rey y el Ayuntamiento, el Paseo General Lobo, el parque Sacramento y Los Olivos y sus proximidades. No obstante, el contrato plantea en el pliego de condiciones la elaboración de un plan de incidencias por si resulta necesario intervenir también en otras zonas de la ciudad.

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