San Fernando

Janer se prepara para convertirse en un parque comercial tras 20 años sin uso

  • 2019 ha sido clave para el proyecto, que ha pasado a manos de Ten Brinke Desarrollos

  • A principios del nuevo año se prevé que puedan dar comienzo las obras de urbanización 

Terrenos de Janer donde se proyecta el parque comercial.

Terrenos de Janer donde se proyecta el parque comercial. / D.C. (San Fernando)

20 años después de que la Armada cerrara la Escuela de Artillería y Dirección de Tiro 'Janer' y después de innumerables vicisitudes y no pocos contratiempos y retrasos, los 65.000 metros cuadrados de suelo que se extienden entre el acceso de La Ardila y la carretera de la playa de Camposoto se disponen al fin a dejar atrás dos décadas de abandono para convertirse en un parque comercial y empresarial a manos de Ten Brinke Desarrollos SL.

El grupo holandés, presente en España desde 2008, adquirió los terrenos a Zona Franca de Cádiz en el proceso de venta pública de los suelos que lanzó a lo largo del pasado año. La compra, por 7.610.000 euros, se formalizó en enero.

Y tras un año de trámites administrativos y urbanísticos, las obras están por fin a punto de comenzar. Aunque todavía hay una fecha concreta, el proceso previo a la puesta en marcha de los trabajos está muy avanzado, así que se prevé que puedan arrancar a principios de 2020.

Y las cifras que Ten Brinke ha puesto sobre la mesa son más que llamativas: una inversión de 20 millones de euros para dar forma a este proyecto comercial y unos 400 empleos directos e indirectos. Además, el 90% -es un compromiso explicito que ha hecho público la firma antes de abordar las obras- se cubrirán con personal de San Fernando.

Mercadona y McDonalds son dos firmas confirmadas desde finales de 2013

Para La Isla, el proyecto constituye sin duda alguna uno de los grandes retos de un prometedor 2020, para el que se apunta también otros hitos como la terminación del Museo Camarón, la reapertura del Ayuntamiento tras las obras de rehabilitación y, en el terreno comercial, la apertura de nuevos espacios en el centro comercial Bahía Sur que proyecta Castellana Properties tras la marcha de El Corte Inglés. 

Janer se dispone así a dejar atrás 20 años de abandono para meterse de lleno en un proyecto del que, aunque con muchos matices y modificaciones, empezó a hablarse en el mismo verano de 1999 en el que se consumó el cierre de la Escuela de Artillería de la Armada tras la marcha de los últimos alumnos que se formaban en este centro docente militar. De aquellas instalaciones, sin embargo, solo queda ya un enorme solar junto al que se ha empezado a construir hace tan solo unos meses la nueva subestación eléctrica de San Fernando, que abastecerá al tranvía de la Bahia. 

Suelos de Janer, en una imagen de este año. Suelos de Janer, en una imagen de este año.

Suelos de Janer, en una imagen de este año. / Román Ríos (San Fernando)

Según Ten Brinke, se trata de "un proyecto vanguardista, basado en la sostenibilidad, el ahorro energético, en el desarrollo económico y la creación de empleo, que va a dar servicio a la alta demanda en la zona y al gran crecimiento que esperamos se va a producir los próximos años".
Los  terrenos de Janer, concretamente, tienen una superficie de 65.501 metros cuadrados. De ellos unos 20.820 serán para actividades económicas, además de los previstos para viales o zonas verdes. Las actividades económicas que incluirán serán un parque comercial destinado a medianas superficies alrededor de un núcleo central de aparcamiento con más de 600 plazas en superficie; un edificio de oficinas compatible con uso hotelero, y otros usos industriales-terciarios. Zona Franca mantiene una parte sobre todo en la parcela destinada al citado uso hotelero y el Ayuntamiento también dispone de aprovechamiento urbanístico en el futuro desarrollo.

La Isla espera que el proyecto reciba un impulso decisivo ahora que ha pasado a manos privadas

Concretamente, en el proyecto, un total de 8.173 metros cuadrados estarán reservados para la ubicación de grandes superficies comerciales y 2.456 metros cuadrados serán para el pequeño y el mediano comercio. Además, hasta 29.069 metros cuadrados serán de viales y 7.757 de zonas verdes.
En el pasado mes de marzo, poco después de formalizarse la compra de los terrenos, Ten Brinke confirmó la continuidad de Mercadona y McDonald's en el proyecto. De hecho, ambas firmas tenían adjudicadas sendas parcelas en este desarrollo comercial desde finales de 2013, como en su momento dio a conocer Zona Franca. Y en el proceso de venta pública de suelo llevado a cabo por el Consorcio el año pasado se hacía mención expresa a los compromisos contraídos con Mercadona y McDonalds. 
Al margen de estas conocidas cadenas, claro está, se espera la llegada de otras firmas al futuro parque comercial de Janer, que sumará a San Fernando un nuevo espacio comercial. Ten Brinke, por su parte, ha anunciado que pondrá a disposición de la ciudadanía una dirección de correo electrónico para recabar sus propuestas y sugerencias con la intención de hacerlos partícipes de este proyecto. 
La firma internacional recalca que su apuesta se centra siempre en enclaves estratégicos donde esté asegurada una alta demanda y unas grandes posibilidades de crecimiento. Y la Bahía de Cádiz, en este sentido, considera que cumple con creces estos requisitos. El parque comercial está ubicado en una zona de gran visibilidad -en el nudo de La Ardila, uno de los dos accesos de San Fernando y dará servicio a unos 364.000 habitantes de las poblaciones del entorno (Cádiz, San Fernando, Chiclana, Puerto Real y Conil).

Un largo camino

Llegar hasta este punto no ha sido fácil. En La Isla, Janer se ha convertido en uno de esos proyectos que engrosa la larga lista de asignaturas pendientes y que ahora, al pasar a manos privadas, espera por fin recibir un impulso decisivo.

Tras la marcha de la Escuela de Artilería de la Armada en 1999, la desafectación de los suelos se incluyó en el manido protocolo que el Ayuntamiento y el Ministerio de Defensa firmaron en verano de 2002, aunque no se formalizaría hasta años más tarde. En realidad, y aunque de la implicación de Zona Franca en el desarrollo de los suelos se hablaba desde el principio, no fue hasta las navidades de 2005 cuando dicho compromiso se formalizó con la firma de un protocolo de intenciones, que en realidad fue más un gesto político que otra cosa. 

Eso sí, esa firma tuvo la virtud de poner un rumbo definitivo para los terrenos de Janer con la idea de desarrollar un parque empresarial o un centro de negocios, que fueron las primeras ideas que se pusieron sobre la mesa cuando Zona Franca le echo el ojo a los suelos. Entonces, no obstante, quedaba un larguísimo camino por recorrer, como pronto pudo comprobarse. 

Ya en enero de 2006, Defensa completó la desafectación de los terrenos y empezó a preparar su venta para que pasaran a manos de Zona Franca. Pero su desarrollo tuvo que esperar a la tramitación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que entonces se estaba redactando y que, además, resultaría larga y tortuosa.

La tentantiva municipal de sacar adelante el proyecto a través de una modificación puntual del Plan Vigente que se tramitó en 2006 desde el Ayuntamiento fue rechazada dos años después, en 2008, por la Junta de Andalucía. Para desarrollar los suelos de Janer era necesario esperar a la aprobación definitiva del nuevo PGOU. 

Y hasta 2013 no llegó a entrar el documento en vigor. Para entonces la crisis económica y sus durísimas consecuencias habían enfriado bastante las pretensiones del proyecto del parque empresarial. 

Aunque el compromiso de Zona Franca no había caído en saco roto. En marzo de ese mismo año, el Consorcio formalizó la compra de estos terrenos de San Fernando por 6,7 millones de euros y de la mano del Ayuntamiento de San Fernando inició una larga tramitación urbanística al objeto de desarrollar los terrenos. 

Lo que quedaba de la vieja escuela fue demolido unos meses más tarde. Lo primero, no obstante, fue redactar y aprobar un plan especial en el que Zona Franca apostaba por el uso comercial de los suelos, al dedicarles más de 15.000 metros cuadrados. El trámite que se demoró más de un año -hasta 2014- mientras se desarrollaba unos trabajos arqueológicos, que dieron bastante que hablar: en la zona aparecieron hasta once hornos de la época púnica y 48 enterramientos fechados entre los siglos III y I A.C., un yacimiento bastante importante. 

En verano de 2015 solo quedaba empezar las obras de urbanización. Todo estaba a punto. Pero el proyecto volvió a pinchar. Tras un largo parón, Zona Franca terminaría por sacar a la venta pública los suelos al carecer de recursos para afrontar por su cuenta este desarrollo que suponía una inversión de varios millones de euros. 

Tuvo que hacerlo dos veces, porque la primera tentativa que se hizo en marzo de 2018 para dar salida a estos terrenos fracasó al quedar desierto el proceso. Se volvió a intentar y a finales del pasado año se consiguió por fin adjudicar. Ten Brinke Desarrollos entraba entonces en escena. El desarrollo de los suelos quedaba en manos de la iniciativa privada y, por primera vez en dos décadas, la posibilidad de transformar la zona en un espacio comercial y destinado a la actividad económica se convertía en algo real. 

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