Renfe ha licitado por 140.973,88 euros y un plazo de ejecución de 8 meses el contrato para la actualización de las máquinas canceladoras de billetes que se localizan en las distintas paradas del tranvía de la Bahía, entre las ciudades de San Fernando y de Chiclana. 

Se trata de un contrato que gestiona directamente Renfe -y eso es lo curioso- en su calidad de responsable de la explotación del tranvía, que todavía no está en funcionamiento; una cuestión que en más de una ocasión se había puesto en tela de juicio a lo largo de los más de 12 años de obras y ante las innumerables vicisitudes que en todo este tiempo han sacudido al proyecto. 

El contrato de Renfe llega además cuando el tranvía ha conseguido al fin la autorización de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria para poder circular por el tramo de la vía férrea que permitirá completar el trazado hasta la capital gaditana y cuando se han empezado ya a realizar pruebas entre el apeadero de Río Arillo y la estación de Cortadura. 

Estas pruebas, según la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, se han intensificado en las últimas semanas. De momento, se llevan a cabo en horario nocturno cuando no hay circulación de trenes o esta es mínima. Al testar la capacidad de las unidades fabricadas por la vía del tren se realizan también pruebas de tracción y frenado, según explica la Junta en un vídeo que ha compartido a través de las redes sociales, en el que insiste también en la colaboración conjunta entre Renfe y Adif con la Agencia de Obra Pública. En dicho trabajo audiovisual se puede ver cómo se llevan a cabo estas pruebas del tranvía hasta llegar a la estación de Cercanías de Cortadura. 

El contrato para la actualización y renovación de las máquinas canceladoras que ahora acaba de licitar Renfe se afirma además que el tranvía, una vez que se asuma su explotación, se integrará en el núcleo de trenes de Cercanías. De ahí las modificaciones -tanto de hardware como de software- que se necesitan llevar a cabo en las máquinas canceladoras instaladas en las paradas del tranvía existentes en San Fernando y Chiclana: Río Arillo, Ardila, Santo Entierro, Plaza del Carmen, Compañía de María, Plaza del Rey, Plaza de la Iglesia, Venta de Vargas, Tres Caminos, Pinar de los Franceses, Marquesado, Alameda de Solano, Nuestra Señora de los Remedios, Reyes Católicos, La Hoya y Pelagatos.

Se trata, en total, de 34 máquinas canceladoras que deben integrarse en el centro de control de telebillética de Renfe denominado ARION para facilitar su monitorización, telemando y envío de transacciones. 

El contrato es algo más complejo que una simple actualización para facilitar su integración en dicho centro de control ya que la electrónica de las máquinas canceladoras instaladas desde hace ya varios años en las paradas está obsoleta. Entrando en detalles más técnicos, dichas máquinas carecen de un gestor de memoria específico, por lo que no cubre las necesidades de procesado y de memoria que se requieren para conectarse con ARION, el sistema de Renfe. 

De ahí que en el pliego de condiciones se incluya la sustitución de la electrónica de control de las canceladoras por una de mayor capacidad de procesamiento y de memoria. Los nuevos elementos hardware junto con las modificaciones software necesarias tendrán que posibilitar la integración de los equipos en ARION y la validación de los diferentes soportes tarifarios vigentes en la oferta comercial de Cercanías de Cádiz. También se procederá a la migración a un nuevo sistema operativo más moderno y actualizado en cuanto a las herramientas de protección y eliminación de malware. 

Uno de los puntos más llamativos del contrato es que establece un plazo de ejecución de 8 meses para la ejecución de los trabajos a contar a partir de la firma del contrato, lo que se lleva la puesta en marcha del tranvía -es de suponer que no entrará en servicio sin tener operativas las máquinas canceladoras para los viajeros- hasta la segunda mitad de 2021.