Desde enero a junio del pasado 2020 casi 500 sanitarios andaluces fueron objeto de una agresión, pese a la menor atención presencial durante la pandemia. Se ha convertido en un verdadero problema para la sanidad que no para de crecer. De ello alertan continuamente los propios profesionales, a través de los sindicatos, e incluso el propio Servicio Andaluz de Salud ha puesto en marcha un nuevo ‘Plan de Agresiones’, que cuenta con un programa de acompañamiento para profesionales.

La última alerta la ha lanzado el Sindicato Médico Andaluz (SMA) que este jueves se concentró a las puertas del Centro de Salud de Casines, en Puerto Real, para mostrar su repulsa al último caso que se ha producido.La pasada semana, un facultativo de este centro, recibió graves amenazas e insultos por parte de un paciente que “no estaba de acuerdo con la propuesta de tratamiento y vino a increpar al médico de familia que le había atendido”, según explica el delegado del SMA en Cádiz, Juan Benjumeda.

El profesional está actualmente de baja médica, y este jueves recibió el apoyo de sus compañeros en la concentración silenciosa que se produjo en Casines. Desde el Sindicato Médico no están dispuestos a tolerar más situaciones como esta, y recuerdan a los usuarios que tienen a su disposición distintos canales para presentar quejas o reclamaciones sin necesidad de tener que llegar a esos extremos. “Todo menos insultar e intentar agredir”, apuntan en el Sindicato Médico. Y es que recuerdan que, "en ocasiones, se pasa de la agresión verbal a la física con golpes e incluso usando objetos punzantes”.

Además de la concienciación de los usuarios y la educación y respeto hacia estos y todos los profesionales, los sanitarios creen imprescindible que la administración dote a estos espacios de personal de seguridad tal y como existe en otros centros administrativos. “Igual que hay en otras administraciones del Estado o de la Junta, creemos que en los centros de salud también tienen que contar con personal de vigilancia durante el tiempo que permanezca abierto para velar por la seguridad de todos”. También consideran necesario la instalación de cámaras de vigilancia en zonas comunes. Esa figura del vigilante ya existe en algunos centros, principalmente en aquellos en los que ya se han producido algunos casos como esto.Este no es el primer caso que se da en la Villa, que ha registrado episodios similares en Ribera del Muelle y en el Hospital Universitario.