-Estamos en una época de constante evolución tecnológica. ¿Cómo se adapta Carlos Rosell S.L. a esta transformación digital?

–Nuestra pyme es una empresa familiar, de pequeño tamaño, lo que nos permite una alta flexibilidad en la adaptación al cambio. Desde que mi padre se hiciera cargo de la empresa, siempre estuvimos muy concienciados de la importancia de la tecnología en el mundo empresarial. Tanto es así, que fue una de las primeras empresas en Cádiz en comprar PCs para sus oficinas. Desde entonces, la importancia de la tecnología está en nuestro ADN y otro ejemplo de ello es que a pesar de nuestro pequeño tamaño, contamos con nuestro propio personal informático en la plantilla.

–La empresa tiene una larga trayectoria, habrá sufrido otras revoluciones...

– Los orígenes de nuestra empresa se remontan al año 1942, cuando mi abuelo comenzó su actividad en Cádiz. A lo largo de todos estos años hemos vivido multitud de revoluciones tanto económicas como tecnológicas, así como normativas. Por tanto, no podemos ser contemplativos y es necesario que estemos en un proceso continuo de cambio, mejora y aprendizaje. Muestra de ello es habernos certificado en los últimos años como operadores económicos autorizados (OEA) y con la ISO 9001.

–El comercio internacional vive momentos de incertidumbre con la proliferación de aranceles y con las inestabilidad de ciertos países. ¿Cómo se ve esta situación?

–El comercio va indisolublemente unido a la historia del progreso y de la evolución humana, y cualquier medida que entorpezca el intercambio de recursos y conocimientos tiene graves consecuencias en los niveles de desarrollo y bienestar humano. Si bien es cierto que en mi opinión debemos de replantearnos gran parte del modelo actual y pensar de qué manera podemos hacer este comercio de una manera más sostenible con el medio ambiente y justa con las economías y personas más desfavorecidas, ya que de no atajarse estos retos a corto plazo se volverán seguro en nuestra contra.

–El futuro pasa por una mayor internacionalización del comercio donde los agentes de aduanas tienen algo que decir, ¿no es verdad?

–Los representantes aduaneros somos unos de los grandes especialistas y facilitadores del comercio internacional como conocedores de los distintos procedimientos, normas y leyes que intervienen en los movimientos internacionales de mercancías. En un entorno en continuo cambio, es importante contar con este tipo de especialistas para minimizar riesgos operativos y comerciales, así como sacar el máximo rédito a las oportunidades que ofrecen las distintas regulaciones.

–Su base es el Puerto de Cádiz, ¿cómo ve la nueva terminal de contenedores y las demás propuestas por parte de la Autoridad Portuaria?

–Sin las infraestructuras no es posible competir y hacer de Cádiz una plaza atractiva para los distintos operadores, por lo que, obviamente, hay que hacer una valoración positiva de estas nuevas inversiones. Pero también es necesario una apuesta comercial fuerte para vender las bondades de dichas infraestructuras y atraer a nuevos operadores.

–¿Tiene Cádiz un futuro esperanzador como puerto logístico?

–Aunque el Puerto de Cádiz no pasa por uno de sus mejores momentos históricos en lo que a movimientos de mercancías se refiere, la localización, las nuevas infraestructuras, el alto nivel de los profesionales y empresas de la zona nos dan motivos para tener esperanza, pero es necesario que todas las fuerzas políticas, así como agentes sociales y económicos remen en una misma dirección para mejorar la situación.

–Háblenos de futuro...

–Actualmente estamos en un momento de crecimiento y de expansión de nuestra empresa, ofreciendo nuevos servicios logísticos a nuestros clientes. Además, nos hemos implantando en el Puerto de Algeciras, lo que nos ha permitido mejorar los resultados y previsiones de futuro de nuestra empresa.