Dos días más para seguir negociando. Ese es el principal acuerdo que se alcanzó en el séptima mesa negociadora que Alestis celebro este miércoles y que se prolongó por mas de 30 horas. Sin embargo, el simple hecho de que ninguna de las partes diese un carpetazo en la reunión es una buena señal para el colectivo de trabajadores, ya que todos los encuentros que hasta ayer se habían celebrado, seis en total, se habían cerrado con pocas palabras.

Ahora se negocia y este viernes se va a continuar con otra reunión que se ha establecido para las 10:00 horas. Las partes se han dado un plazo de dos días en los que la empresa pretendía alargar el ERTE al que están acogidos y que, en principio tenía este miércoles como fecha de caducidad. Sin embargo, las propuesta de los trabajadores, que hoy se ha votado en distintas asambleas en las factorías de Alestis en Cádiz y Sevilla, ha sido que este jueves sea una jornada de permiso retribuido para toda la plantilla, y el viernes sí se aplique un día más de ERTE.

Además, como “muestra de la buena fe” de los trabajadores, se ha acordado en la misma asamblea que mañana se regresará al tajo. Lo harán aquellos operarios que, dentro del ERTE, debían acudir a sus puestos de trabajo según el calendario que se estableció. Es una tregua, puesto que la paz social que se logra con la interrupción de la huelga indefinida estará condicionada a los acuerdos que se alcancen en la reunión de mañana. Si no hay acuerdos, el lunes se podrían retomar la huelga indefinida y las protestas. 

Las negociaciones están siendo complicadas puesto que, según la parte social, “la empresa solo quiere hablar de despidos”. Para evitarlos, mañana se tratará una propuesta de los trabajadores que habla de prejubilaciones, bajas incentivadas, excedencias o la creación de una bolsa de recolocación, que serán siempre voluntarias para aquellos que quieran acogerse a las medidas. A partir de ahí se empezaría a hablar de la situación en la que quedarían los trabajadores que no se acojan a ninguna medida, que, previsiblemente serán la mayoría.

Para ellos la empresa propone el ERE mientras que los representantes de los trabajadores proponen desde el ERTE para toda la plantilla a la congelación salarial que ya habían puesto sobre la mesa días atrás. De algún modo, los trabajadores ganan un mes en las negociaciones, puesto que será el plazo que se daría para que quienes se quieran acoger a las medidas voluntarias lo comuniquen.

Una vez que se conozca el número real de trabajadores que quedarían en las factorías, se empezaría un nuevo periodo de negociación, siempre con el objetivo primordial de que no se pierda ni un solo puesto de trabajo.