Coronavirus Cádiz

Ojo con tu “vida normal”: Tres días clave para evitar contagios

  • Una vez pasados los siete días de aislamiento tras un positivo en Covid-19 hay que seguir extremando precauciones tres días más: sin contactos sociales innecesarios y usando mascarilla en todo momento

Un grupo de amigos brinda con cerveza

Un grupo de amigos brinda con cerveza / DCA

Tanto nos ha cambiado la pandemia de Covid-19 y sus múltiples variantes que hasta hemos llegado a olvidarnos de qué es normal y qué no lo es. La diferencia entre la llamada nueva normalidad y la “antigua” es difusa, y los continuos cambios a los que la sociedad está sometida, muchos de ellos como recomendaciones y otros a golpe de decreto, tampoco ayudan.

Por eso, hasta lo de “hacer vida normal” puede plantearnos problemas. Lo de que “al séptimo día descansó” es solo una cuestión bíblica, si hablamos de Coronavirus, en el octavo día no hay relajación y no debe haberla, al menos, hasta el décimo.

Aunque los protocolos de actuación frente a los contagios son claros, hay algunas interpretaciones que no ayudan a frenar la pandemia. Eso de que tras infectarse y pasar siete días de aislamiento se puede hacer “vida normal” tiene muchos matices.

El Consejo Interterritorial de Salud ha establecido un período de siete días para el aislamiento de los casos confirmados asintomáticos o con síntomas leves. ¿Cómo saber si los síntomas que tengo son leves o no? La respuesta es sencilla: si está leyendo esto desde casa y no desde un hospital, sus síntomas son leves. El plazo de siete días empieza a contar desde el inicio de los síntomas o, en el caso de los asintomáticos, a partir del resultado positivo.

Ahora bien, al séptimo día no acaba todo. Para levantar su aislamiento domiciliario deben haber transcurrido al menos tres días desde que desaparecieron los síntomas. Es decir, si lleva en casa siete días pero sigue con tos, fiebre o algunos de los síntomas derivados de la infección, debe quedarse en casa y no podrá salir hasta tres días después de que esos síntomas desaparezcan. Las personas con enfermedad grave o inmunosupresión deben mantener el período de aislamiento mínimo de 21 días.

A partir de ahí se podrá hacer “vida normal”. Y es en ese concepto de “vida normal” en el que hay que incidir, ya que hay quien entiende que hacer “vida normal” es tener libertad absoluta. En esto hay que reconocer que hay sanitarios que tampoco ayudan al obviar algunas directrices más que necesarias.

Si su médico le ha dicho que puede hacer “vida normal”, quiere decir, básicamente, que puede incorporarse al trabajo porque se acaba su baja laboral. Deberá hacerlo sin necesidad de someterse a otro test de antígenos, con la máxima precaución, usando siempre la mascarilla (obligatoria para todos), intentando mantener distancia y minimizando los contactos. Y esto último, es lo más importante de todo.

En esa vida normal, no puede (o no debe) tener contactos sociales innecesarios durante tres días más. Es decir, tras el período de aislamiento, independientemente del tiempo que se haya estado en casa, se deben reducir las interacciones sociales. Hay que evitar acudir a eventos, especialmente en aquellos en los que se coma o beba, ya que será preciso prescindir de la mascarilla aunque sea de forma puntual. Sobre todo, hay que evitar especialmente el contacto con personas vulnerables.

Esta recomendación de mantener la precaución se extiende a los contactos estrechos vacunados con pauta completa, que están exentos de cuarentena. Los contactos estrechos que no estén vacunados, sí deben hacer una cuarentena, Será de 7 días siempre y cuando no desarrollen síntomas durante este periodo. Pero ojo, a esto hay que sumar otros tres días en los que, aunque la cuarentena se haya levantado, hay que seguir manteniendo las medidas de protección y limitar el número de contactos sociales.

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