Tiene solo 30 años y a veces se ha sentido tentado a mentir sobre su edad para que no se dude de su trayectoria. Fran de Alba, un fisioterapeuta puertorrealeño, tiene, pese a su juventud, un impresionante bagaje profesional a sus espaldas. Su carrera profesional, que ahora le ha llevado a convertirse en el fisioterapeuta y entrenador deportivo de la sede africana de la NBA Academy, comenzó en un hospital en Sanlúcar. Allí recaló cuando termino sus estudios en la Universidad de Cádiz. Sin embargo, siempre tuvo claro que quería enfilar su trabajo al ámbito deportivo y, especialmente, al alto rendimiento y la élite deportiva.

“El deporte siempre ha sido lo mío”, dice el puertorrealeño que completó su formación con un máster en Osteopatía y otro de Fisioterapia Deportiva. “A lo mejor he soñado muy alto, pero mi objetivo siempre ha sido, y sigue siendo, trabajar en la NBA”. Y aunque en el contrato laboral que firmó hace ya más de un año figura el membrete de la National Basketball Association (NBA), la meta es trabajar para uno de los equipos de la liga americana. “Siento que estoy en el camino correcto”, afirma

Su pasión por este deporte y esta liga, nació cuando apenas tenía 16 años. “Conseguí una beca para estudiar unos meses en Estados Unidos y la familia con la que conviví era muy aficionada. A mí no me llamaba la atención porque yo iba con el chip del fútbol, que es a lo que estaba acostumbrado en España. Pero enseguida me enganché y cuando regresé no pensaba en otra cosa”, recuerda.

Fran de Alba en su trabajo en la NBA Academy

Antes de llegar a la NBA Academy, Fran de Alba se ha recorrido gran parte del mundo. Su primer contacto con el deporte de alto rendimiento fue con solo 23 años. Empezó con el Club Voleibol Teruel, uno de los principales equipos de la competición en España, donde dice vivió “cada temporada como si fuesen cinco años de experiencia porque es un equipo del que se espera mucho y me pidieron la excelencia desde el principio”.

Aunque estaba contento, no abandonaba su meta, y antes de terminar la tercera temporada dio el salto internacional. Hizo las maletas y se fue a China a trabajar con el equipo olímpico de ciclismo en pista, otra novedad en su carrera. De ahí pasó a trabajar directamente para el comité olímpico chino, donde trabajó con multitud de deportistas de distintas deportivas, y, más tarde, fue reclutado para el llamado Team China, que lideró.  “De un mes para otro me vi al frente un proyecto con unos cien fisioterapeutas de la élite más alta y durante un año aprendí muchísimo. Creo que eso fue el subidón de mi carrera, con apenas 26 años”.

Ese sueño se acabó cuando el Gobierno chino decidió parar el proyecto. “Ahí me quedé sin saber qué hacer, porque mi meta era entonces las Olimpiadas de Tokio 2020. Pero me ofrecieron una nueva aventura que nunca me había esperado: trabajar en un equipo de Hockey sobre hielo ruso”.

Aunque las diferencias sean evidentes, dice Fran de Alba que eso fue lo que le acercó al formato de competición de la NBA. “Muchos partidos en muy poco tiempo: 72 partidos al año”. En este caso la pandemia fue lo que acabó con su trabajo.

De vuelta a España, empezó a trabajar con el deporte rey por primera vez. “Comencé en el Club de Fútbol Fuenlabrada, en segunda división, pero el fútbol no es lo mío. A los dos meses entendí que no era mu futuro. Es cierto que la liga es preciosa, pero la fisioterapia en la liga de futbol no está tan recocida como en otros deportes. Yo sé que eso va a cambiar, pero no quería esperar a eso”.

Así, en diciembre de 2020, una mañana en la que se levantó con sueño tras estar gran parte de la noche viendo los partidos de baloncesto de la NBA, encontró la ocasión que esperaba. Supo que la NBA Academy buscaba un fisioterapeuta para su sede africana en Senegal. Así que empezó a postularse en un proceso que no fue sencillo. Meses de entrevistas junto con un centenar de aspirantes. “Ha sido el proceso de selección más duro que he tenido nunca”, reconoce el gaditano.

Fran de Alba, junto al equipo de la NBA Academy África

Pero lo logró y en junio del pasado año hizo las maletas y se marchó a Senegal. El proyecto de NBA Academy está organizado por la NBA, es internacional y comenzó en 2017/2018. Tienen sede en Méjico, Senegal, India, China y Australia. En la sede africana Fran es el jefe del área de rehabilitación. Explica el puertorrealeño que a la academia van los 20 mejores jugadores del continente africano. “Durante un año reciben formación y se entrena mucho con la meta de llegar a la NBA, la mejor liga del mundo”, matiza.

Son chicos de entre 16 y 18 años que tienen una motivación mayor que la del resto de academias del mundo. “Sus oportunidades son muy escasas, porque muchos de ellos llegan de países con recursos muy limitados, y para ellos el simple hecho de estar la Academia es un logro muy importante”.

Aproximadamente el 10% de los jugadores dan el paso a la NBA, pero cree Fran que esto va a crecer mucho porque el proyecto es aún muy nuevo. “Este año hemos jugado, hace solo tres semanas, los Academy Games en Atlanta y hemos sido campeones de todas las academias. Muchos ojeadores de la NBA estaban allí y han puesto la mirada en la academia de África, por lo que el porcentaje va a seguir creciendo”.

Eso hace que Fran siga apostando por este proyecto, pero ya tiene claro que quiere cruzar el charco para convertirse en el fisioterapeuta de unos de los principales equipos de la liga americana. “He tenido la suerte de contactar con jugadores, ex jugadores y entrenadores de la NBA, y aunque mi proyecto en África va a durar uno o dos años más, quiero dar el salto definitivo. Tengo claro que a la liga de la NBA voy a llegar. No pienso parar. No me importa que sea dentro de 20 años, pero llegaré”, asegura.