Urbanismo
  • El brazo urbanístico de la asociación de vecinos pide al Ayuntamiento de Vejer una hoja de ruta para poder contar con agua potable, alcantarillado o iluminación

El Palmar reclama su futuro

Uno de los accesos a El Palmar. Uno de los accesos a El Palmar.

Uno de los accesos a El Palmar. / Julio González

Escrito por

· Pedro M. Espinosa

Redactor Jefe

A finales de la década de los 80, en los poco más de cuatro kilómetros de litoral por donde El Palmar se desparrama en el Atlántico, existían 180 edificaciones. Poco más de tres décadas después hay 2.500. La mayoría de aquellos colonos que llegaron a la pedanía vejeriega para vivir del sector primario se han pasado al sector terciario, cansados de sembrar garbanzos y maíz y dispuestos a aprovechar el embrujo que la zona parece ejercer en los turistas. Aunque la estacionalidad pasó a la historia hace tiempo, los meses de julio y agosto elevan la población de este núcleo urbano hasta las 25.000 personas, que conviven con los mismos problemas de siempre: la falta de agua potable, de alcantarillado y de alumbrado eléctrico.

Para intentar que el siglo XXI llegue de una vez a El Palmar, la Asociación de Vecinos Santa Domingo de la Calzada-El Palmar ha constituido una plataforma que pretende avanzar, junto al Ayuntamiento de Vejer, en el diseño de una hoja de ruta a largo plazo pero que al menos sirva de declaración de intenciones. Esta semana Diario de Cádiz ha hablado con Manuel Martín, su presidente, quien comentaba que “esto sigue creciendo y tenemos unos problemas de base importantísimos, como son la carencia de servicios básicos, como el agua potable, que no tenemos; una red de alcantarillados y el alumbrado público de los carriles que no existe en absoluto.

Desde la Asociación de Vecinos, insisten en que "no somos un partido político, por mucho que el Ayuntamiento de Vejer se empeñe en calificarnos de este modo, lo que queremos es un compromiso de que se nos escucha. Está bien que nos dediquemos a actividades típicas, como una cabalgata de Reyes Magos o unos actos lúdicos, pero tenemos también que reivindicar esas mejoras después de más de 30 años que llevamos algunos aquí. Necesitamos que empiecen a dotarnos de estos servicios básicos”, dice.

En una asamblea general de la asociación se acordó por unanimidad crear un brazo urbanístico, que es lo que se conoce como PAVI, una plataforma de adecuación y ordenación del territorio del Palmar. “Tuvimos la suerte de que el 24 de septiembre del 2019 salió el decreto de la Junta de Andalucía que daba la posibilidad, a través de los planes especiales, de poder dotar de esos servicios mínimos a zonas que carecían de ellos: agua potable, alcantarillado y alumbrado público”.

Los miembros del equipo técnico del PAVI. Los miembros del equipo técnico del PAVI.

Los miembros del equipo técnico del PAVI. / Julio González

“Tras esto -continúa-nos presentamos al entonces alcalde, el señor Ortiz, y en una actitud de total colaboración. Fuimos al Ayuntamiento y nos sorprende con la sugerencia de que para hacer valer nuestras reivindicaciones en el ámbito municipal teníamos que crear un equipo técnico. No sé si eso nos lo planteó con la idea de que no seríamos capaces, pero el caso es que lo hicimos, formando ese equipo dos arquitectos superiores, dos arquitectos técnicos, un letrado, un topógrafo y un delineante. Así empezamos a trabajar en el espíritu de este decreto de la Junta de Andalucía”, recuerda Manuel.

Los representantes de ese PAVI estuvieron hablando con la consejera de Ordenación del Territorio, con la directora general, “y estábamos en la misma línea”. Allí le expusieron el crecimiento inusual de El Palmar. “Poco más de cuatro kilómetros de costa donde en verano podemos tener 25.000 personas en sus playas y sin agua potable, lo que nos parece un disparate, habida cuenta de lo que puede suponer esto en un concepto de salud pública”, dice Martín.

En el espíritu de ese decreto los vecinos plantearon al Ayuntamiento la posibilidad de redactar aquellos planes especiales creados porque se ha comprobado que los PGOU se hacen eternos, acaban al final judicializados y sin operatividad alguna. “Mientras que este plan especial es una herramienta que en un plazo de dos o tres años nos permitiría primero ordenar el territorio, que es necesario. En mi caso, yo llevo aquí casi 30 años y nunca ha habido suelo legal para comprar. Esto tiene sus atractivos, como toda la Costa española, y llega mucha gente buscando suelo”, aclara Martín.

El presidente de la Asociación de Vecinos de El Palmar pone como ejemplo del crecimiento de la pedanía con su escuela. “En contra de lo que viene ocurriendo en otras pedanías, donde vienen cerrándose algunas escuelas, pues en la del Palmar este año se han matriculado más de 50 alumnos nuevos. Con eso expreso el atractivo que tiene la zona, como cada vez viene más gente a vivir aquí, a trabajar aquí, ya no sólo por los negocios que se montan en verano, porque aquí el criterio de temporalidad pues se ha acabado. Hay gente durante todo el año. Tenemos casi 20 escuelas de surf, hay restaurantes por todos sitios, y lo que está claro es que el colono antiguo que vivía de la agricultura, del sector primario, pues ha descubierto que ya no quiere sembrar más garbanzos y maíz sino que se ha dedicado en su propio terreno a construir casitas, a hacer apartamentos, y en pocos años hemos pasado del sector primario al sector terciario”.

Según Martín, “nos ha costado más de un año convencer al Ayuntamiento de que era necesario poner en marcha estos planes especiales. Lo que han hecho ellos es subdividir todo este territorio en 16 planes y han empezado por el siete y el ocho al objeto de dotarnos de estos servicios”.

Manuel Martín, presidente de la AAVV. Manuel Martín, presidente de la AAVV.

Manuel Martín, presidente de la AAVV. / Julio González

Pero considera que “el Ayuntamiento en un principio ha intentado ningunearnos. Ha constituido una mesa técnica municipal para controlar esta ordenación del territorio y estos planes especiales pero no sólo no nos invita a estas reuniones sino que para dividir a los vecinos del Palmar crea su propia asociación de vecinos con personas cercanas a sus siglas”. “Nos acusa de que somos un partido político, cosa que no es verdad, y que estamos en una actitud de confrontación, algo que tampoco es cierto”, explica Martín.

De ahí que en esta semana hayan lanzado un documento de acuerdo en el que plantean al Ayuntamiento “cosas mínimas, porque en ese documento no hablamos ni de hacer una depuradora, ni de dotarnos de alumbrado público, ni del alcantarillado, sino que se habla de dotarnos de agua potable, que es esencial para los hoteleros en su actividad diaria, y los vecinos”. En ese documento hablan de agilizar esos planes porque en El Palmar hay mucha gente denunciada por construcciones ilegales, con sus expedientes en Fiscalía, con las consecuencias que pueden derivarse de todo esto, con sentencias de derribo incluso. “Entendemos que este documento sería bueno para que cualquiera que estuviera inmerso en una denuncia en Fiscalía pudiera argumentarlo en favor de que la calificación del suelo puede cambiar en un futuro”.

Otra reclamación que los vecinos piden es ordenar la plaza de la pedanía. “Queremos que sea la plaza de esta pedanía pero de verdad, porque ahora mismo es un aparcamiento caótico de autocaravanas, contenedores de basura, escombros... Hablamos de unos 3.000 o 4.000 metros cuadrados donde no sólo coincide el local de la asociación sino también la escuela, el módulo de Salud y la iglesia, que es todo lo que viene definiendo la dotación residencial de El Palmar”, dice Manuel.

Pretenden además que la única instalación deportiva, la pista de la escuela, cerrada por el covid actualmente, pueda ganar espacio a la dehesa “para que los chicos puedan jugar al fútbol y hacer deporte. Y abrimos la mano en poder avanzar en todas estas mejoras”. “En la reunión con el alcalde yo le dije que no teníamos ninguna prisa, pero sí necesitábamos que el Ayuntamiento tuviera un planteamiento, aunque fuera a 25 años vista, pero al menos un compromiso manifiesto con esta pedanía que se siente abandonada desde hace muchísimos años”.

Reunión de algunos integrantes de la AVV de El Palmar. Reunión de algunos integrantes de la AVV de El Palmar.

Reunión de algunos integrantes de la AVV de El Palmar. / Julio González

Según Martín, para regularizar todas estas viviendas es para lo que nace ese decreto de la Junta de Andalucía. “Se habla de más de 300.000 viviendas irregulares en el territorio andaluz, aquí más de 2.500, y a través de esos planes especiales pues se daría una salida a todo esto”.

Porque, además, Manuel considera que este avance “es imparable. Llevo viviendo aquí 21 años, visitándolo más de 30. Si lo que hay ahora mismo en El Palmar lo hubiera hecho el Ayuntamiento lo llamarían Polo de Desarrollo Económico, pero como lo han hecho los vecinos y gente que ha querido invertir aquí su dinero pues lo llaman viviendas irregulares. Eso es así, pero claro, si te sientas aquí por la mañana en cualquier rotonda ves entrar una legión de albañiles, de carpinteros, de fontaneros, de electricistas, que vienen a desarrollar su trabajo aquí, donde hay un polo de creación de empleo importantísimo, un polo de creación de riqueza para Vejer extraordinario, pero necesitamos que se nos ordene el territorio”.

La AAVV planteó al Ayuntamiento en otro documento que se coloque cartelería en las cabeceras de los carriles advirtiendo que es un suelo no urbanizable y que no está permitido construir. “Incluso colocar cámaras para vigilar la entrada de hormigoneras, o con drones, porque va a llegar un momento en que esto no va a tener arreglo”, comenta Manuel.

Además, Martín considera que existe un agravio comparativo en la zona, “porque hay mucha gente con sus expedientes en Fiscalía pendientes de un hilo. En un futuro inmediato se va a producir una cadena de sentencias de derribo, cuando hay un porcentaje igual o parecido que no tiene expediente. Las razones las desconocemos, y para nosotros eso es un agravio comparativo que es inadmisible.

Hay gente que como sabe que tiene expediente pero no ha prosperado en Fiscalía pues se calla la boca por miedo. Casi todo el mundo tiene expediente, pero algunos no han prosperado. Está claro que así no podemos seguir y el Ayuntamiento tiene que actuar, obviamente. Y eso es lo que estamos pidiendo. Nosotros vamos a seguir en esta actitud porque de una vez por todas hay que regular nuestra situación”, declara.

Por último, lamenta que el año pasado se celebró una manifestación masiva por el agua potable de El Palmar, en la que estuvieron más de mil personas, “incluso estuvo presente el alcalde, que subió al estrado para prometer la venida del agua, y más de un año después seguimos en las mismas. Y nos tememos que acaba la legislatura y seguimos en la misma situación que hace 30 años”.

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