Isidoro Marín, conocido en Sanlúcar como El Doro, tiene pasión por el fútbol. Y, según la Guardia Civil, también por la marihuana. Por eso lo lo han detenido cuando despuntaba este martes en su casa de La Colonia Monte Algaida junto a su mujer y su hija de 18 años. Allí, en ese mar de plástico que son los invernaderos de La Colonia, El Doro ha ido construyendo un ambicioso proyecto deportivo con la UD Algaida, club del que se hizo cargo hace cuatro años y cuyas instalaciones deportivas remodeló y bautizó al más puro estilo de Lopera como el Doro Stadium. Ahí queda eso. Lo que ocurre es que agentes de la Benemérita consideran que el Doro se ha caído con todo el equipo. Por eso, tras detenerlo en su chalet fue llevado engrilletado hasta las instalaciones de la Unión Deportiva Algaida, donde han seguido los registros.

La cuestión es que los balones no son los únicos elementos esféricos que apasionan al Doro, que, según fuentes consultadas por este medio, habría preparado una macroplantación de marihuana con la idea de cultivar toneladas de esta droga y distribuir los cogollos (a modo de diminutos baloncitos de hierba) por media Europa. La distancia entre las plantas, y el porcentaje entre machos y hembras, invita a pensar a los investigadores de la Guardia Civil que la idea del Doro era cultivar marihuana a gran escala.

Según han recogido otros medios de comunicación de la provincia, el patrimonio personal del Doro ascendería a unos cinco millones de euros, y a sus 42 años tiene varios antecedentes previos por narcotráfico. Para blanquear el dinero obtenido con la venta de sustancias estupefacientes El Doro presuntamente habría creado un entramado de empresas pantalla. Además de registros en su vivienda, la Guardia Civil ha realizado de forma simultánea cinco registros domiciliarios en La Algaida e intervenido varias cuentas bancarias.