Medio Ambiente

Crece la desconfianza entre los vecinos de Fuentebravía

  • Los hosteleros de la zona afirman que el negocio se resiente y temen que el cierre de la playa se prolongue

Aspecto que presentaba la playa de Fuentebravía en la tarde  de ayer.

Aspecto que presentaba la playa de Fuentebravía en la tarde de ayer. / Andrés Mora

Cinco días después de que se cerrara al baño la playa portuense de Fuentebravía aún no se conocen los resultados de los nuevos análisis. Lo que sí se sabe ya, lo comprobamos ayer, es que cada vez hay más vecinos de la zona impacientes ante una situación que empieza a afectar a sus negocios. Marta, del TK3 Beach, un colorido chiringuito donde lo mismo puede degustarse una hamburguesa que un mojito al atardecer, reconocía ayer a este medio que la bajada de clientes es un hecho. “Hemos notado mucha menos gente, sobre todo este primer fin de semana en que la playa ha estado cerrada al baño. A otros compañeros también les está pasando. Además he llamado al Ayuntamiento y a Medio Ambiente pero nadie sabe decirme nada. Estamos muy preocupados, no podemos negarlo”.

Porque lo que se preguntan muchos de los hosteleros de Fuentebravía es por qué sus aguas están afectadas y las que lindan, separadas por un espigón, no. “Creo que no nos están dando toda la información”, dice Marta, quien teme que este próximo fin de semana se repita la misma situación.

La prohibición al baño hace también que se esté realizando menos contrataciones de camareros en la zona. “Nosotros no podemos meter más gente hasta que sepamos qué va a pasar. Y si esta situación se puede repetir más adelante”, concluye Marta.

Además, hay propietarios de apartamentos que están teniendo problemas para alquilar en la zona, algo que puede ir a más si continúa la prohibición.

Algunos lamentan no poder llevar a los niños a la playa ahora que están de vacaciones

De hecho no son sólo los hosteleros y los dueños de casas en alquiler los que están teniendo problemas. Los vecinos de la zona están sufriendo en sus carnes la incomodidad de no poder acudir con normalidad a la playa.

Fernando es uno de los vecinos con los que ayer habló este medio y que contaba que con dos niñas pequeñas, sin colegio, “tenemos que coger el coche todos los días y marcharnos a otra playa de la ciudad, y esto con preocupación, porque no nos fiamos que la bacteria que puede estar en Fuentebravía no esté presente en otras playas cercanas”.

Reconoce este vecino que incluso una vez que se abra al baño la playa “nos va a quedar cierta inquietud. Creo que la construcción del espigón para evitar la pérdida de arena igual ha podido tener algo que ver, porque de lo contrario no entiendo por qué en otras playas no aparece esta bacteria”. Y mientras, en el arenal en cuestión hay quien sigue hasta pescando sus peces.

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