El Ayuntamiento apaga parte del alumbrado urbano como medida de ahorro y sostenibilidad durante el Estado de Alarma, toda vez que se ha producido el cambio al horario de verano. “El poquísimo movimiento en nuestras calles se reduce a las compras, y a últimas horas de la tarde ya ni siquiera a eso, y tampoco a primeras horas de la mañana”, defiende el alcalde, Carlos Javier García, quien explica que “la medida supone un ahorro, tanto económico como también ambiental porque si algo también estamos aprendiendo de esta crisis es que nuestras vidas deben ser más sostenibles en todos los aspectos”, defendió.

De este modo, se habilitarán los sistemas para apagar la mitad del alumbrado público, una reducción del 50 por ciento que supondrá que queden encendidas las farolas de modo alternativo, por lo general y salvo lugares en los que esta alternancia no sea posible. El Ayuntamiento pretende apagar unas 250 farolas de las 508 que existen en el municipio, entre Grazalema y Benamahoma.