La Isla disfrutó el sábado de una noche zenetiana con todas las de la ley que empezó apenas unos minutos después de que el sol se pusiera en el horizonte de la Bahía -como si fuera el telón de fondo de este escenario al aire libre- con Juan José Téllez ejerciendo de poeta y maestro de ceremonias para introducir al protagonista de esta nueva velada, quizá la que más ha estado hasta ahora marcada por la indiscutible personalidad del artista.

La trabajada marca Zenet, esa cadencia de boleros que hablan al ritmo de jazz, que se alargan y se reinventan en cada directo dejándose llevar por la música y la pasión que arrastran sus temas, sentó de lujo al verano isleño. Y el público tuvo durante la hora y media que duró el espectáculo del artista malagueño esa sensación de estar viviendo un concierto verdaderamente único e irrepetible. No se puede pedir más. 

Desde luego, Toni Zenet puso todo de su parte dejándose llevar cual perfecto animal de escenario mientras desgranaba temas de su repertorio: empezó con algunos de los temas de su álbum La Guapería pero terminó con Los mares de China dejando al público inevitablemente con ganas de más. 

El artista lució su ya habitual imagen de caballero sobre el escenario y jugó bien la baza del clásico con matices de la que se revisten esos temas en los que siempre hay algo más, como los buenos zenetianos -se usó mucho ese término durante la velada del sábado en La Isla- saben apreciar. El trompetista Manuel Machado, el violín de Raúl Marquez y la guitarra de José Taboada le acompañaron en este formato que, por cierto, encajó como un guante a las maneras Zenet.   

Zenet, en Bahía Sound.

Pero, sin duda alguna, los duetos fueron los grandes momentos de esta nueva noche de los conciertos de Bahía Sound que promueve el Ayuntamiento de San Fernando. El espíritu de Zenetianos -su último trabajo discográfico, lanzado en el pasado mes de mayo- se materializó con tres destacados invitados con los que compartió el escenario. Con Milián Oneto interpretó una impresionante versión de Soñar contigo que hizo las delicias del público. Con Fernando Lobo -que le regaló unos versos sorpresa en los que hablaba de Zenet como "gourmet de los sonoro"- cantó el tema Entre tu balcón y mi ventana, donde se palpó la complicidad existente entre ambos artistas. Y con Clara Montes se dejó llevar con Un beso de esos para meterse al auditorio en el bolsillo.

Pero en este zenetianos a la gaditana en el que al artista se le vio disfrutar tanto como al público hubo también un regaló que gustó -y mucho- al público, la insólita versión del pasodoble de Juan Carlos Aragón Me han dicho que la locura. 

Zenet apostó con su música por quedarse con las cosas buenas que se han visto en la pandemia habló de "círculos que se abren y se cierran" al explicar ese trabajo compartido que es el álbum Zenetianos, que en cierto modo va un poco de eso. 

Por supuesto, no faltaron en el repertorio temas como Me gustas, Borrasca o la genialísima Ella era mala. Con Sé que estás pensando en mí y Estela -que se reservó para los bises para hacer corear al públcio la letra- se despidió Zenet de una cita con La Isla, en la que dejó buena muestra de su talento y de su sello personal.   

Concierto de Zenet en La Isla.