Carmen de Asido Orellana

“La gente se sorprende aún cuando digo mi profesión”

  • Es la segunda mujer que logra ser comandante de la Guardia Civil en Andalucía.

  • "Si el guardia civil no se desahoga, no echa sus lágrimas, a la larga repercute a nivel de un trastorno de ansiedad”

La Comandante, Carmen de Asido Orellana, en su despacho de Psicología de la Comandancia de la Guardia Civil.

La Comandante, Carmen de Asido Orellana, en su despacho de Psicología de la Comandancia de la Guardia Civil. / Jordi Landero (Huelva.)

Carmen de Asido Orellana Dávila ha sido ascendida al cargo de comandante, lo que la convierte, a sus 39 años, en la segunda mujer guardia civil que logra esta alta responsabilidad en la región andaluza. Es natural de Medina Sidonia y desde su ingreso en la Guardia Civil en septiembre de 2007, ha conseguido forjarse una carrera militar en unos 14 años de preparación constante hasta llegar a ser jefa del Gabinete de Psicología de la Comandancia onubense, tras obtener en 2013 el distintivo de permanencia en Psicología y Psicotecnia. Recuerda que no tenía tradición familiar en el cuerpo y que la captaron en la Universidad, cuando estudiaba tercero de Psicología en Granada. Se inscribió en un simposio nacional sobre las salidas profesionales que tenía su carrera y allí se le acercó un capitán del Ejército para hablarle sobre psicología dentro de dicha institución.

No sabe cómo explicar qué se le despertó en su interior, que enseguida le encantó el tema, hasta el punto que al concluir la conferencia se acercó al capitán para pedirle su contacto porque quería seguir preguntándole cosas sobre su charla y le apasionaba todo lo que había hablado. En principio la cosa quedó ahí. Terminó la carrera dos años después. Le quedaba el gusanillo de aquella conferencia, por lo que recuperó el contacto con aquel militar hasta que decidió presentarse a las Fuerzas Armadas, para las que cree que estaba predestinada, aunque por el camino estaba estudiando una carrera. Entonces un compañero de la facultad le dijo: ¿y por qué no para la Guardia Civil?, a lo que respondió que no sabía ni que había psicólogos dentro de la Guardia Civil, por lo que se informó en la Comandancia de Granada sobre el trabajo de estos profesionales en el cuerpo. “Me encantó más que la primera vez. No lo dudé, me preparé, me presenté y aquí estoy”.

—¿Cómo fue su trayectoria e ingreso en la Guardia Civil?

—Ingresé en el cuerpo en el año 2007, después de una muy dura oposición donde sólo ofertaban tres plazas en el ámbito nacional para mi futuro puesto de trabajo. Mi formación militar la desarrolle en la Academia General Militar de Zaragoza, continuando mi formación específica de Guardia Civil en las diferentes academias oficiales como El Escorial y Aranjuez. Al final del periodo de formación, en la Entrega de Despachos, obtuve el empleo de Teniente a la edad de 25 años.

—Aunque cada vez esté más normalizada la presencia de la mujer en determinados cargos de responsabilidad, ¿cree que aún queda mucho por hacer en este terreno?

—Sí, todavía la gente se sorprende un poco cuando simplemente digo mi profesión, a veces no hace falta decir el empleo, con decir que soy guardia civil y sobre todo, cuando voy de paisano la gente se queda un poquito, como diciendo ¡Uff, no me cuadra esta mujer¡.

—¿Le ha costado más llegar donde está por el hecho de ser mujer?

—No porque las oportunidades son las mismas para los hombres que para las mujeres, las pruebas físicas eran las mismas, la formación la misma, todo es igual, y por eso no considero que por el hecho de ser mujer, haya tenido más trabas para llegar al cargo que actualmente tengo. En mi caso ha sito todo totalmente objetivo. La Guardia Civil en muchos casos es la gran desconocida en todos los sentidos. Primero porque la gente no se imagina el enorme abanico de posibilidades que ofrece ser guardia civil. Y es que cualquier carrera tiene aquí cabida. Por otra parte pienso que la gente tiene una visión de la Guardia Civil muy masculinizada, y que una mujer normal y corriente no puede llegar a ser guardia civil, ¿y por qué no?, no son cosas incompatibles, lo que pasa es que desde fuera parece que no se ve así, cuando en realidad es todo lo contrario, nosotros necesitamos mujeres aquí ya que para nosotros es muy importante que las mujeres entren en el cuerpo, y que vean esto como una posibilidad de futuro más. La Guardia Civil es una institución actual, fiel reflejo de la sociedad hoy en día y cada vez la presencia de la mujer en el cuerpo es más visible porque estamos en más escalas, desde la básica hasta la de oficiales, y aquí estoy yo como ejemplo. Pero en el fondo lo realmente importante no es si eres hombre o mujer, sino que eres Guardia Civil, y yo creo realmente que hoy en día la sociedad no mira la persona que está detrás del uniforme, sino que ve el uniforme, donde hay trabajo en equipo, hay formación, en definitiva, hay guardias civiles, y da igual si eres hombre o mujer.

—Para los que hicimos el Servicio Militar, recordamos que Comandante es un grado de Oficial, y por tanto puede tener bajo su mando a un equipo de personas, ¿es éste su caso?

—Depende del puesto de trabajo que tengas exactamente, pues desempeñas un tipo de funciones u otras,  en realidad desde Oficial para arriba son funciones más de mando y de dirección, en este caso yo soy la jefa del Gabinete de Psicología de toda la Comandancia de Huelva, por lo que llevo a mi cargo toda la provincia, que son todos los componente del Cuerpo, pero siempre dentro de mi faceta facultativa, ya que soy psicóloga.

—¿Cómo se aplica ese Gabinete de Psicología?, ya que es algo menos conocido dentro de las atribuciones más populares de la Guardia Civil?

—Nosotros debemos estar orgullosos porque es verdad que la Guardia Civil, es el único cuerpo policial que tiene un servicio de Psicología a nivel central y que se divide en distintos tipos de gabinetes psicológicos que normalmente suelen estar en las comandancias. Entre nuestras funciones son facultativas, nosotros prestamos apoyo y asesoramiento directo al Jefe de la Comandancia en todo lo que está relacionado a lo que es la Psicología, y sobre todo en tres áreas importantes, por una parte el área de la psicología clínica, donde se presta asistencia psicológica. Por otro lado, está la psicología educativa, con funciones de formación. En este caso yo soy profesora formadora en los cursos de la Academia de Suboficiales en Baeza, participando en jornadas y conferencias, además de llevar temas relacionados con el servicio, comunicación de malas noticias, apoyo en crisis, ventilación emocional, primeros auxilios psicológicos, intervención en conductas suicidas, más que nada para darle a los componentes del cuerpo una formación específica para que ellos, cuando estén de servicio sepan actuar ente este tipo de circunstancias. La última área, sería la psicología social, ya que pertenecemos a los tribunales de selección y participamos en asesorar de manera especializada a la hora de seleccionar nuevos ingresos, la entrevista personal, como acceso al empleo de cabo y escalas de suboficial y oficial.

“si el guardia civil no se desahoga, no echa sus lágrimas, a la larga, repercute a nivel de un trastorno de ansiedad”

—Se puede pensar que quienes están en cuerpos especiales y de seguridad, son personas duras, frías, calculadora, que saben mantener las distancias, sobre todo en situaciones muy complicadas o al límite, pero psicológicamente hay momentos que se necesita ese apoyo dadas complicación de muchas situaciones, que a pesar de la experiencia y el entrenamiento, hay veces que toca la fibra, ¿no lo cree así?

—Lo has descrito tal cual. Nosotros en los momentos duros ahí estamos, y en la Guardia Civil damos el tipo como el que más, pero después somos personas, evidentemente tenemos sentimientos y los compañeros ven muchas cosas, hablando mal y pronto, muy feas. Entonces, sino existe esa ventilación emocional, si el guardia civil no se desahoga, no echa sus lágrimas, no vierte fuera toda esa emoción contenida, evidentemente a la larga, repercute a nivel de un trastorno de ansiedad, por eso nosotros estamos ahí para ese tipo de ventilación, para que los compañeros se puedan apoyar en el Servicio de Psicología.

—Cómo la llaman en la Comandancia?, ¿le suelen saludar por el apellido?

—Me llaman Comandante Asido, siempre se equivocan, y qué orgullosa me siento de verdad. Yo me llamo Orellana, y estoy muy orgullosa de mi apellido, de mi padre, estoy super orgullosa de ser Orellana, ser hija de quien soy, de mi padre y de mi madre, y a mí que me llamen Orellana me gusta mucho, pero que me llamen de Asido, me pongo super contenta porque tengo un especial cariño a mi pueblo, quiero muchísimo a Medina Sidonia, y todo el que me conoce, sabe de dónde soy, conoce los dulces de Medina, los alfajores, las tortas pardas y los amarguillos. En este punto recordó una anécdota de su padre que salía mucho en bicicleta, “en vez de llevar barritas energéticas, siempre se llevaba un alfajor”.

Asesora de manera especializada a la hora de seleccionar a los nuevos ingresos

—¿Cómo ha terminado en Huelva?

—Mi primer destino fue en Oviedo, donde estuve muy bien y muy contenta, pero más contenta me puse cuando por fin pude coger destino aquí en Huelva, donde llegué en el año 2009, siendo sincera, porque estaba muy cerca de Cádiz, y lo que en realidad quería era algo por Andalucía, pero desde que llegué me he encontrado muy a gusto, es una ciudad muy acogedora, gente muy cercana, tengo ya grandes amigos, me he casado aquí y hasta tengo una hija que es choquera. Por todo ello para mi Huelva es muy especial.

—¿Cómo es su día a día en la capital onubense?

— Pues trabajo en la Comandancia de Huelva, pero cuando acabo el servicio y me quito el uniforme, soy Carmen y dejo de ser la comandante. Y Carmen es también madre, tiene sus amigos, su vida social, sus grupos de whatsaap con las madres del colegio, y va a pilates, y sale, entra, y en definitiva, hace su vida normal en esta ciudad.

—Qué lazos la unen a Medina Sidonia?

—Uno de los principales lazos que me unen a mi pueblo es mi padre, que era una persona muy querida allí. De hecho, todos en Medina saben quién fue Antonio Orellana porque hizo muchas cosas por el pueblo, hasta el punto de que fue el quien ayudó, junto a otras personas, a descubrir las cloacas romanas, ahora visitables, después de llevarse hasta ocho años sacando todos tierra de ellas. Pienso incluso que a mí la gente de mi pueblo me quiere más, solo por el hecho de ser hija de Orellana. Y yo, de hecho, nunca dejaré de ser la hija de Orellana, como mis hermanas. Y mi padre ha ejercido siempre una influencia muy importante en mí, además de haber forjado mi carácter y me apoyó muchísimo también cuando decidí presentarme a las oposiciones de la Guardia Civil, por lo que para mí hubiese sido un orgullo grandísimo que él me hubiese conocido como Comandante, solo me pudo ver hasta teniente porque falleció en el año 2012 por una enfermedad.

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