Tribunales Cádiz

El CGPJ archiva la denuncia de Ramón Dávila contra el juez Derqui por maltrato

  • "El Consejo protege un modelo de juez que no se adhiere a los principios democráticos", dice el abogado gaditano

El letrado Ramón Dávila en una comparecencia ante los medios en 2012.

El letrado Ramón Dávila en una comparecencia ante los medios en 2012. / Jesús Marín

El Consejo General del Poder Judicial ha archivado la denuncia que presentó el pasado mes de febrero el abogado gaditano Ramón Dávila contra el juez Francisco de Borja Derqui-Togores de Benito, titular del Juzgado de lo Social número 3 de Cádiz, por maltrato a su persona y a un testigo durante la celebración de un juicio. En base al visionado de la grabación de la vista, el CGPJ ha resuelto que la actuación del magistrado fue correcta y descarta emprender acciones disciplinarias contra él.

Así, el escrito del Poder Judicial subraya que el juez Derqui "dirigió la vista e intervino lo suficiente y necesario en la dirección del debate, la admisión de pruebas y la resolución de las cuestiones que correspondían". Asimismo, el CGPJ apunta que el magistrado del Juzgado de lo Social 3 de Cádiz pidió disculpas al testigo después de que éste le manifestara que se sentía maltratado por él.

Tras conocer el archivo de su denuncia, Ramón Dávila ha declarado a este medio lo siguiente: "El Consejo General del Poder Judicial protege un modelo de juez que no respeta a los operadores jurídicos ni a los testigos, en definitiva, ampara a un juez que no se adhiere a los principios democráticos". El letrado también ha dicho que "pedir perdón no blanquea el maltrato". "El empleo del abuso de la autoridad no se disipa con unas disculpas con la boca pequeña". 

"No esperaba nada del Consejo, teniendo en cuenta que otras quejas anteriores que se han interpuesto contra este magistrado han quedado en nada. Me quedo con que se ha hecho público qué tipo de juez es este hombre", ha concluido el abogado, no sin antes resaltar que la mayoría de los jueces de la provincia de Cádiz sí ofrecen un trato "intachable" durante la celebración de los juicios. 

La respuesta del CGPJ

A la hora de archivar la denuncia de Dávila contra Derqui, el CGPJ argumenta que "es competencia del juez la dirección de la vista, el pronunciamiento sobre la admisión de pruebas y de preguntas en los interrogatorios así como intervenir con el propósito de que el debate no se aleje de objeto litigioso". Y añade: "El desempeño de estas funciones obliga, en ocasiones, a una mayor intervención por parte de quien preside el acto, sin que tal desempeño pueda ser calificado de descortesía o falta de urbanidad". 

El Poder Judicial trae a colación una sentencia del Tribunal Supremo de marzo de 2005 que destaca que, "a los efectos de una supuesta responsabilidad disciplinaria" respecto al juez, "ha de diferenciarse entre la simple descortesía, el trato frío o incluso airado, carente de toda significación ofensiva, y la desconsideración, la falta de respeto o el abuso de superioridad".

De ahí que el CGPJ considere que el comportamiento del juez Derqui no llegue a constituir "una vejación o práctica coactiva". No hay motivos para imponerle "una falta grave o leve por desconsideración, máxime cuando todo proceso jurisdiccional es un marco de discusión donde la tensión dialéctica alcanza a veces cotas elevadas y donde, por esa razón, hay que admitir una cierta flexibilidad en cuanto a expresiones y actitudes que han de ser permitidas a todos los intervinientes". 

Respecto al incidente que determinó la suspensión del juicio objeto de la queja, un intenso episodio de vértigo y mareo derivado del síndrome vasovagal que sufre Dávila, el Consejo determina que "en modo alguno" el juez Derqui "dispensó un trato desconsiderado" al abogado. "Al contrario, se mostró en todo momento favorable a la suspensión de la vista. Tampoco se opuso a que fuesen llamados los sanitarios ni a que se atendiese al letrado por los asistentes".

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