Los sindicatos FICA-UGT y la Federación de Industria de CCOO han anunciado este martes la convocatoria de una huelga general en el sector aeroespacial para el próximo 22 de septiembre, con el fin de exigir a la Administración que proteja los empleos y rechace la aplicación de expedientes de regulación de empleo (ERE).

En un comunicado, los sindicatos han señalado que algunas empresas del sector, como Alestis, no han esperado a la finalización de la vigencia de los expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE) y han anunciado el inicio de nuevos procesos de negociación, ahora de ERE.

CCOO ha recordado que el Gobierno comprometió con Airbus el pasado 30 de julio la compra de varios aparatos para distintas administraciones del Estado, así como ayudas directas al sector cuyo despliegue alcanza a toda la cadena de suministros.

Según el sindicato, estas ayudas parecen no haber tenido ningún efecto ante las distintas compañías, que dicen que "continúan persistiendo en sus pretensiones de eliminar numerosos puestos de trabajo en nuestro país, con más de 3.500 despidos sólo en las cuatro empresas de mayor tamaño".

Los sindicatos han instado a la Administración a tomar medidas urgentes para proteger la industria y salvaguardar los miles de empleos que están en juego, rechazando la aplicación de los ERE e instando a buscar soluciones alternativas.

FICA-UGT y CCOO reclaman la urgente constitución de una mesa del sector aeronáutico, con la participación de la Administración, las empresas y los sindicatos para buscar soluciones al problema generado por la crisis del covid-19, que consideran que no debe servir como "excusa" para efectuar despidos y "desmantelar" las condiciones laborales de los trabajadores del sector. También piden la aplicación de un plan estratégico a medio y largo plazo que permita el desarrollo del sector después de la pandemia.

Según CCOO, el sector aeroespacial genera más de 600.000 puestos de trabajo directos en Europa, 10.800 en España, donde factura en torno a 9.000 millones de euros. El tráfico aéreo mundial ha sufrido una severa paralización por la crisis del covid-19, lo que ha provocado la ralentización de pedidos de nuevos aviones por parte de las aerolíneas, que ha afectado a las empresas del sector aeronáutico y ha derivado en la pérdida de numerosos puestos de trabajo.