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Nueva Ley de la Infancia y la Adolescencia de Andalucía

Ana Fidalgo por el Día del Niño: "La Administración siempre apuesta por que el menor esté con su familia"

  • La delegada en Cádiz de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía analiza la nueva ley del menor con motivo del Día del Niño que se celebra este 20 de noviembre

  • En la provincia existen actualmente 377 menores en centros de protección, ninguno de ellos con menos de 8 años

Ana Fidalgo en la delegación de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación.

Ana Fidalgo en la delegación de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación. / Julio González

Dice Ana Fidalgo, delegada en Cádiz de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, que para este 20 de noviembre, para este Día del Niño, desearía dibujar de forma permanente la sonrisa en las caras de los niños y adolescentes que tutela desde el ente público. “¿Verdad Antonio? Esa sonrisa que, por ejemplo, todos, los más chicos y los más grandes, tenían el día que los Cantajuegos nos invitaron a uno de sus espectáculos. Cómo lo pasamos...”, interpela a su jefe de Servicios de Menores (Antonio Molina) con quien Fidalgo repasa los hitos más importantes de la nueva Ley de Infancia y Adolescencia de Andalucía que entró en vigor este verano. Una ley que, a su manera, también persigue borrar cualquier rastro de tristeza ofreciendo a los menores “protección, afecto y seguridad”.

–¿Por qué era necesaria la reforma de la anterior ley? ¿Están los niños y adolescentes andaluces más protegidos hoy?

–La anterior ley databa de 1998 por eso era importante actualizarla porque en más de 20 años no sólo ha habido cambios normativo sino que también la sociedad ha avanzado, como por ejemplo, en el tema de las nuevas tecnologías, que queda recogido en una ley que cuenta con 141 artículos, es decir, que nos cuenta muchas cosas, tanto en derechos como en deberes de los menores. Te puedo decir que la consejera Rocío Ruiz y la directora general de Infancia, Antonia Rubio, han trabajado muchísimo en ella y lo más importante es que ha sido una ley muy participada, con más de 20 entidades que trabajan por y para la infancia implicadas, y muy consensuada, aprobada por todos los grupos parlamentarios, excepto por Vox. Y eso es un orgullo porque hemos demostrado todos esos partidos políticos que cuando se habla de infancia hemos tenido todos altura de miras y lealtad institucional. Además hemos sido la primera comunidad española en adaptar la ley andaluza a la estatal.

–Si tuviera que escoger un artículo para reflejar el espíritu de esta ley sería...

–El 45, el que recoge los derechos de los menores a crecer y desarrollarse en el seno de una familia.

–Es una apuesta fuerte, entiendo. ¿Familia de origen, de acogida, cómo se materializa ese principio en la realidad?

–La Administración por lo que apuesta es por que los menores estén con su familia biológica siempre que sea posible y para ello ayudamos, en primer lugar, con los equipos de tratamiento familiar de los servicios sociales comunitarios que intervienen en el seno de la familia cuando se detecta que hay una situación de riesgo. Ahí se trabaja con la familia y, paralelamente con el menor. Y cuando eso no es posible pues entra el Servicio de Protección del Menor y se retira al menor siempre, al principio, de manera temporal porque lo que la Administración persigue es que el menor vuelva a reintegrarse en su familia. Y, por supuesto, en esos casos también se trabaja con la familia y con el menor con el objetivo de resolver el conflicto que existe entre ellos o que impide el bienestar del menor.

–Mediáticamente hablando, los casos de retirada de menores de su familia son muy impactantes pero, por lo que explica, no es una decisión que se tome a la ligera

–Totalmente, sólo se retira a un menor de hoy para mañana si existe una situación de extremo riesgo que, desgraciadamente, las hay. Detrás de esa decisión hay profesionales cualificados, hay una Comisión de Guarda y Tutela conformada por profesionales del ámbito jurídico, educativo, técnicos de la administración y ahora incluso se ha incluido a una pediatra. Y es que antes, ya los casos nos suelen llegar fundamentados por las fuerzas de seguridad o desde el ámbito educativo y, aun así, nosotros hacemos nuestro propio diagnóstico de si el riesgo existe. E, insisto, nuestra idea no es separarlos definitivamente y en la mayoría de los casos, cuando se trabaja en paralelo, el menor vuelve con su familia. Que hay casos mediáticos, que las familias tienen su derecho a mostrar su desacuerdo públicamente, pero para nosotros siempre está por encima el bien del menor por lo que nunca vamos a dar datos de esos casos, pero te aseguro que siempre hay informes detrás que justifican esa medida, porque separar aunque sea temporalmente a un niño de su familia es muy doloroso. Muy doloroso para la familia, para el niño y para las personas que acuden a retirar a esos niños. También es importante indicar que es un porcentaje muy bajito porque la mayoría de estos niños se quedan con alguien de su familia extensa (abuelos, tíos) o a familias de acogida. Ahí está la apuesta potente, muy potente de la ley, que dice que ningún niño menor de 13 años debe estar en un centro de acogida

–¿En Cádiz cuántos menores viven en estos centros? ¿Y nos acercamos a ese margen de edad?

–Pues tenemos a 377 menores acogidos entre los cuatro centros de protección públicos en la provincia de Cádiz y una red de 30 pequeños centros concertados, para que te hagas una idea, un pequeño centro puede ser un piso donde viven unos 8 menores, la mayoría adolescentes. Todos ellos en edades comprendidas entre los 8 y 17 años, no hay ningún menor de 8 años en Cádiz en los centros. Es decir, vamos por buen camino y creo que lo podemos conseguir. Esta ley plantea muchos retos, pero estamos en disposición de superarlos todos y hacer mejor la vida de los niños en Andalucía.

–¿Hay familias de acogida suficientes en nuestra provincia para cumplir con la nueva norma?

–Pues a día de hoy son 42 los niños y niñas de edades comprendidas entre los 8 y 13 años que viven en nuestros centros, por lo que necesitaríamos más o menos ese número de familias ya que algunos son hermanos. En total, son 109 los menores en acogimientos temporales y 391 niños y niñas en acogimiento permanente pero la mayoría, como te decía antes, están con su propia familia extensa. Para buscar a las familias de acogida trabajamos, principalmente, con dos entidades, Fundación Márgenes y Vínculos y AACAM (Asociación Andaluza de Centros Católicos de Ayuda al Menor). Nosotros financiamos al 100% los programas y ellos los gestionan en coordinación siempre con la delegación territorial.Y, bueno, realizan campañas, la última, por ejemplo, es Súper Valiente Busca Hogar o Tú También Puedes que es para encontrar familias de acogida, o Ahora te toca a ti, para fomentar las familias colaboradoras.

–¿Qué es una familia colaboradora?

–Sí, quizás es la figura menos conocida. Son aquellas que no pueden acoger durante un largo periodo de tiempo a un menor y lo que hacen es pasar tiempo con ellos, desde vacaciones a fines de semana. Es una figura muy importante y, de hecho, hay muchos menores que después de los 18 años siguen teniendo contacto con esas familias.

–Hablando de los 18 años. ¿Cuántos menores en régimen de acogida cumplen en 2022 la mayoría de edad? ¿Se quedan desprotegidos? ¿Qué apunta la nueva ley?

–Pues en el año 2022 cumplirán la mayoría de edad, aproximadamente entre 50 y 60 chicos y chicas, teniendo en cuenta los que hoy están en los centros aunque no sabemos los que pueden ingresar con 17 años en estos meses. Pero me gustaría dejar muy claro que ningún menor acogido en centros queda desprotegido al cumplir la mayoría de edad. Nosotros seguimos protegiéndolos, como haría la mayoría de las familias. Como son nuestros niños y nuestras niñas, a partir de los 18 años seguimos teniendo recursos para ellos pero ya en los centros, desde los 16 años se trabaja en las habilidades sociales y laborales para buscar esa inserción laboral que es la que realmente les va a dar autonomía. Además, esta provincia dispone de 130 plazas para atenderlos, además de las disponibles en el resto de Andalucía. Sí es cierto que al ser mayores de edad, es algo voluntario que los menores quieran seguir en el sistema. Así, para los que quieran seguir tenemos dos tipos de recursos, los de alta intensidad, que son estos pisos donde ellos pueden hacer una vida autónoma aunque bajo cierta supervisión, y otros de media intensidad que son los centros de día donde acuden para su asesoramiento laboral, social, jurídico... Y, de verdad, que nos gustaría mucho que la sociedad supiera que estos chicos no se quedan desprotegidos porque somos su familia. De hecho, diría que éste ha sido uno de los grandes éxitos del sistema en los últimos 20 años y la nueva ley viene a avalar más esta protección desde el punto de vista legal porque la prolonga hasta los 25 años. Pero estamos en la misma, a los 18 eres mayor de edad y podrás tú decidir.

–¿Éxito también en las inserciones?

–Pues podemos decir que tenemos un nivel de éxito alto en inserciones laborales incluso en una situación como la actual que es tan compleja. Estamos consiguiendo contratos, estamos consiguiendo que chicos se emancipen y se vayan a vivir juntos unos cuantos, de manera que, además, el sistema permite ir reciclando esas 130 plazas y que vayan saliendo y entrando jóvenes diferentes.

–Entonces, actualmente, ¿estas plazas que hay en la provincia cubren la demanda?

–A día de hoy, sí. Pero hay que tener en cuenta que Cádiz es una provincia fronteriza y atendemos a mucha población inmigrante. Y nosotros los flujos migratorios no los podemos controlar. Así que ahora mismo tenemos estabilidad pero en 2018, por ejemplo, tuvimos una situación compleja porque llegaron muchos chicos en edades muy avanzadas, entre 16 y 17 años, pero afortunadamente les pudimos dar respuesta tanto en Cádiz, como en otras provincias andaluzas.

La delegada Ana Fidalgo, durante la entrevista con 'Diario de Cádiz'. La delegada Ana Fidalgo, durante la entrevista con 'Diario de Cádiz'.

La delegada Ana Fidalgo, durante la entrevista con 'Diario de Cádiz'. / Julio González

–Hablamos de inserción laboral pero no de estudios superiores, por ejemplo. ¿Eso no se ofrece?

–La escolarización obligatoria evidentemente se sigue en los centros y la no obligatoria también, de hecho, tenemos un convenio con las distintas universidades andaluzas que nos permite que si algún chico o chica quiere seguir estudiando en la universidad, le garantizamos los estudios, incluso con el Colegio Mayor de Cádiz tenemos dos plazas disponibles para ellos y las estamos usando. Pero es difícil porque son chicos que vienen de situaciones muy complejas, pero si alguno destaca le garantizamos eso. De hecho, cuando llegué a la casa, porque yo venía del Instituto Andaluz de la Mujer, Antonio (Molina) me presentó a Hiba Malek, una chica migrante menor no acompañada que obtuvo el Premio a la mejor Trayectoria Académica en la Educación Secundaria. De hecho, este año ha sido protagonista del calendario de coeducación del Instituto Andaluz de la Mujer porque tenemos que romper esos estereotipos y mitos negativos que rodean a los migrantes menores no acompañados. Son niños y adolescentes igual que todos, vienen con mochilas muy grandes, como buena parte de los chicos que acogemos y tratamos, pero con las mismas virtudes.

–Otro de los temas novedosos de la ley, y que antes ha mencionado, es el de las nuevas tecnologías. La adicción, por ejemplo...

–De este tema podríamos hacer un monográfico... Pero es importante saber que esta ley recoge tanto derechos como deberes porque lo que nosotros pretendemos es que los niños, niñas y adolescentes conozcan los peligros que hay, que te pueden llevar a ser adicto sin darte cuenta, y los recursos que hay en caso de que ya hayan caído en esa adicción. Está dando muy buenos resultados un programa muy reciente, que también lleva Márgenes y Vínculos financiado por nosotros, que es el programa Nayfa, que en lo que va de 2021 ha atendido a 23 familias. Este programa se enmarca en una nueva forma de entender la intervención familiar que resalta la importancia de la prevención y la promoción. Así, mediante una reflexión activa, la colaboración y la formación de las figuras parentales se pretende que los padres puedan cumplir adecuadamente con sus tareas educativas y asegurar el bienestar de los niños y adolescentes. Porque poner límites es proteger. Y desde ahí se trabaja lo que es el uso y el buen uso de las nuevas tecnologías, por ejemplo. A mí me encanta de esta ley, que es en eso valiente, que pone deberes a los menores que son el respeto hacia los demás y hacia sí mismos, la participación a la familia e incluso se habla de respeto al medio ambiente.

–Por todo lo que estamos hablando deduzco que para que esta ley se pueda desarrollar en reglamento y se materialice en todos estos programas financiados por la Consejería, necesita de una inversión importante...

–Efectivamente, y por eso el presupuesto para el año 2022 para las políticas sociales son los mayores de la Historia de Andalucía, 2.669 millones de euros. De ellos, en materia de protección de la Infancia y Adolescencia se destinan 222,2 millones, lo que supone un crecimiento de un 44,8% dese el inicio de la legislatura. Y, en concreto, 21 millones de euros se dedicarán a fomentar el acogimiento familiar que impulsa esta nueva Ley de Infancia y Adolescencia, un 4,81% más que el año pasado, y 6,3 millones irán a los contratos para el servicio de atención, información, formación y valoración de la idoneidad y el servicio de postadopción. Además, para luchar contra la pobreza infantil y la vulnerabilidad se destinan otros 27,5 millones a actuaciones de prevención y detección de situaciones de riesgo con los menores en su propio entorno.

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