Airbus ha puesto números al ajuste que planea en las plantas andaluzas de su división de Defensa para los próximos dos años. La compañía ha planteado a los sindicatos la salida de 44 trabajadores del CBC de El Puerto, lo que supone prácticamente el 10% de su plantilla actual, según la propuesta presentada este martes al comité intercentros. El CBC es la única planta gaditana que sufre un impacto directo, ya que la factoría de Puerto Real está encuadrada en la división de Operaciones, especializada en aviones civiles.

Las plantas de Tablada y San Pablo, en Sevilla, perderían otros 216 efectivos. Por su parte, el mayor impacto se espera en la factoría de Getafe (Madrid), de donde saldrían 275 trabajadores, a los que habría que sumar otros 72 de Barajas. Se confirman así las previsiones que apuntaban a la destrucción de 250 puestos de trabajo directos en Andalucía.

A ellos habría que sumar otros 750 en la industria auxiliar si se tiene en cuenta el cálculo que Airbus realiza tradicionalmente sobre su efecto tractor en la economía, ya que asegura que por cada puesto de trabajo directo, se generan otros tres indirectos en proveedores.

"Rechazamos completamente la reestructuración", ha señalado el presidente del comité de empresa del CBC, Pedro Miguel Sánchez Marmolejo, que recuerda que el periodo de negociación se prolongará hasta el mes de julio, por lo que aún hay tiempo para reducir el impacto de los recortes.

Los sindicatos preparan una gran movilización en Madrid para el 27 de marzo. Precisamente, CCOO ha convocado este jueves una asamblea de delegados del sector aeronáutico en Cádiz para concretar las movilizaciones. Por su parte, UGT acordó la pasada semana convocar en en Andalucía un calendario propio de protestas, además de compartir el que se establezca a nivel nacional y europeo.

Plan de ajuste

Según el estudio de carga y capacidad elaborado por la multinacional aeroespacial, es necesario recortar su plantilla en 2.362 empleados en toda Europa, entre un 6% y 7% del total.

Este número se reparte de forma prácticamente proporcional entre los cuatro países con presencia de la división de Defensa y Espacio: España, Alemania, Francia y el Reino Unido.

El objetivo de la compañía es realizar un ajuste hasta 2021 de 829 personas en Alemania, 357 en el Reino Unido, 404 en Francia, 142 en otros países y 630 en España.

El CEO de Airbus Defence and Space, Dirk Hoke, explicó en febrero en una carta abierta a los empleados que la justificación para acometer esta reestructuración es la falta de ventas en el área dedicada al espacio y la incapacidad de cerrar encargos para aviones como el A400M, entre otras cosas por el veto de Alemania a vender productos de defensa a países como Arabía Saudí.

"La ausencia de estos encargos, unida a un rendimiento insuficiente en muchas áreas de nuestro negocio, ha desembocado en una difícil situación financiera. Las cifras nos mandan un mensaje claro: tenemos que tomar medidas ya", resumió Hoke.

Impacto en el CBC

El problema para la planta de El Puerto estriba en los programas militares del consorcio europeo, que son el corazón de su actividad. La cadencia del A400M se ha reducido ante la falta de nuevos pedidos. Tampoco hay encargos del C-295, el otro modelo que se ensambla en la línea final de Sevilla-San Pablo y para el que CBC también fabrica componentes. A ello hay que sumar la polémica suscitada por la decisión del Gobierno de designar a Indra y no a Airbus, como socio estratégico en el programa del nuevo caza europeo FCAS.

En ese sentido, los sindicatos tenían la esperanza de traer para Sevilla otra planta de ensamblaje final del A320, aunque fuera un modelo civil, para ganar carga de trabajo. Sin embargo, el consorcio aeronáutico decidió instalarla en Toulouse, ocupando la línea de montaje que dejará libre el A380.

Segunda reestructuración

El nuevo ajuste laboral se suma al puesto en marcha en marzo de 2018, que afectó a de 3.700 trabajadores en Europa, de los que 850 se encontraban en España, aunque los efectos del mismo se han suavizado gracias a un programa de recolocaciones. En esta ocasión el impacto será mayor porque la empresa ya no tiene margen para asignar los efectivos sobrantes a otras divisiones.