El movimiento de los indignados contra la crisis y las finanzas globales adquirió el pasado fin de semana una dimensión planetaria, llevando a las calles a decenas de miles de personas en unas manifestaciones que se prolongaron ayer en Alemania, el Reino Unido y Holanda.

La voluntad de proseguir la movilización se tradujo ayer en una acampada salvaje en Londres en medio de la City, principal centro financiero de Europa. Cientos de indignados pasaron la noche de ayer frente a la catedral de Saint-Paul, donde la víspera se manifestaron entre 2.000 y 3.000 personas para protestar por la política de austeridad del Gobierno británico.

"Nos quedaremos todo lo que haga falta para que el Gobierno nos oiga y diga que va a cambiar las cosas", advirtió Spyro Van Leemnen, de 27 años, uno de los representantes del movimiento Occupy London Stock Exchange.

Algo parecido sucedió en Fráncfort (oeste de Alemania), donde cerca de 200 personas pasaron la noche en 30 tiendas de campaña ante la sede del Banco Central Europeo (BCE).

Una nueva manifestación estaba prevista ayer en Berlín, ante la puerta de Brandeburgo. También en Amsterdam se colocaron unas 50 tiendas de campaña en la plaza de la Bolsa, donde los indignados pasaron la noche. Unas 300 personas seguían allí ayer.

En Chicago, unos 175 manifestantes fueron detenidos en la mañana de ayer durante la evacuación del parque en el que estaban congregados, según indicó la Policía.

Bajo eslóganes como "Pueblos del mundo, levantaos" o "Sal a la calle, crea un nuevo mundo", los indignados convocaron el sábado manifestaciones en 951 ciudades de 82 países, según el sitio 15october.net, en protesta contra la precariedad vinculada a la crisis y el poder de la finanzas.

"Evidentemente existe ahora un movimiento internacional", confirmó el editorialista de La Repubblica Eugenio Scalfari. "Expresa la cólera de una generación sin futuro ni fe en las instituciones tradicionales, políticas, pero también financieras, que son consideradas responsables de la crisis y que se aprovechan de los daños causados al bien común", prosiguió.

"El mundo baja a la calle, única, pacífica y colorida", aseguró La Stampa, aunque la manifestación de Roma fuera la más violenta, perturbada desde el inicio por elementos descontrolados que rompieron vitrinas y quemaron coches. Los enfrentamientos con la Policía dejaron 135 heridos, entre ellos 105 agentes, y daños materiales evaluados en un millón de euros. Doce personas fueron detenidas.

Además de Roma, donde decenas de miles de personas se manifestaron pacíficamente, Madrid y Lisboa fueron los escenarios de las mayores marchas.

Miles de personas se manifestaron igualmente en Washington y Nueva York, donde fueron detenidas 88 personas. "Somos el pueblo, nos han vendido", "Cada día, cada semana, ocupemos Wall Street", fueron sus principales mensajes.

Ginebra, Miami, París, Sarajevo, Zúrich, México, Lima, Santiago, Hong Kong, Tokio, Sidney.... La indignación contra el capitalismo se expresó el sábado prácticamente en todos los continentes.