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Washington refuerza su postura contra la inmigración dificultando el asilo

  • El Gobierno de Trump impedirá que reciban esta protección los inmigrantes que no lo soliciten antes en un "tercer país seguro".

  • La Unión Americana de Libertades Civiles califica la medida de "ilegal".

Activistas protestan frente al centro de acogida temporal para menores sin acompañar de Homestad, Florida.

Activistas protestan frente al centro de acogida temporal para menores sin acompañar de Homestad, Florida. / Cristóbal Herrera (Efe)

El Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, reforzó este lunes su postura contra la inmigración procedente de Centroamérica al anunciar que impedirá el asilo a los inmigrantes que no lo soliciten antes en un "tercer país seguro", lo que se suma a la amenaza de redadas masivas para combatir la inmigración ilegal.

Esta maniobra, presentada este lunes por el Departamento de Justicia y el de Seguridad Nacional, es un nuevo intento de la Administración de reducir el flujo migratorio en la frontera con México, procedente principalmente de Centroamérica. "Un extranjero que entre o intente entrar en EEUU a través de la frontera sur después de no haber solicitado protección en un tercer país fuera de sus países de ciudadanía, nacionalidad o de última residencia legal habitual que hubiese transitado en camino a EEUU no es apto para asilo", señaló la nueva orden publicada en el Registro Federal y que entrará en vigor este martes.

La legislación nacional permite a los solicitantes de asilo hacerlo al llegar a la frontera sin tener en cuenta su ruta, pero cuenta con una excepción para aquellos que lo hacen a través un tercer país considerado "seguro". En la actualidad, el Gobierno sólo cuenta con un acuerdo específico al respecto en el que reconoce como "tercer país seguro" a Canadá.

Según los datos oficiales, en el año fiscal 2018 se concedieron 13.168 protecciones de asilo de las más de 162.000 peticiones presentadas.

La orden se da a conocer el mismo día en el que estaba previsto que el presidente guatemalteco, Jimmy Morales, se reuniese con Trump en la Casa Blanca entre rumores acerca de la posibilidad de que firmase un acuerdo para convertir a Guatemala en tercer país seguro para los migrantes que buscan el asilo en EEUU.

La medida no ha sido bien recibida por los sectores más progresistas, que ven el anuncio como un ataque a los derechos de los inmigrantes, e incluso la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, en sus siglas en inglés) aseguró que tomará medidas legales. "La Administración Trump está tratando de revertir de manera unilateral el compromiso legal y moral de nuestro país para proteger a las personas que huyen del peligro. Esta nueva regla es evidentemente ilegal. Vamos a presentar una demanda pronto", indicó ACLU en Twitter.

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