Cambio en la casa blanca El futuro mandatario espera un "vigoroso debate" en el seno de su Administración

Obama elige un equipo de 'centro' para cambiar la política exterior de EEUU

  • El presidente electo confirma a Hillary Clinton como secretaria de Estado y mantiene al republicano Robert Gates al frente del Pentágono · El choque de personalidades promete fuertes emociones

El presidente electo de EEUU, Barack Obama, designó ayer un equipo de política exterior y seguridad nacional para su Gabinete marcado por el nombramiento de su rival en las primarias demócratas, Hillary Clinton, como secretaria de Estado y la continuidad en Defensa del republicano Robert Gates.

Además, Obama anunció que Janet Napolitano será secretaria de Seguridad Nacional, Eric Holder dirigirá el Departamento de Justicia, Susan Rice será embajadora ante la ONU y el general James Jones será su asesor de Seguridad Nacional, uno de los puestos más importantes en la Casa Blanca.

Con los nombramientos de ayer, que se rumoreaban desde hacía días, Obama cerró un equipo de amplia experiencia para "un nuevo comenzar, un nuevo amanecer de liderazgo estadounidense". "Tenemos que perseguir una nueva estrategia que utilice, equilibre e integre con habilidad todos los elementos del poder estadounidense: nuestro Ejército y diplomacia, nuestra Inteligencia y aplicación de la ley, nuestra economía y el poder de nuestro ejemplo moral", afirmó el presidente electo en el acto de presentación, en el que estuvo acompañado por los seis designados.

Obama no ocultó que sus elegidos presentan fuertes personalidades que podrían chocar. El futuro presidente espera "un vigoroso debate", pero también dejó claro que las decisiones finales serán suyas.

El nombramiento más esperado fue, sin duda, el de Clinton. A sus 61 años, la senadora por Nueva York fue su gran rival por la candidatura demócrata a la Casa Blanca. En la campaña se lanzaron duras acusaciones y minimizaron sus respectivos méritos, pero ayer aparecieron muy sonrientes y dispuestos a trabajar en equipo.

"El nombramiento de Hillary es una señal a amigos y enemigos de la seriedad de mi compromiso para renovar la diplomacia y restaurar nuestras alianzas", afirmó Obama. "Estoy orgullosa de unirme a usted en lo que será una aventura difícil y emocionante", respondió Clinton directamente al futuro presidente.

Obama reconoció que es "divertido" para la prensa recordar las acusaciones pasadas entre ambos, pero las desdeñó como lo normal en una contienda electoral, y rechazó dar detalles sobre las conversaciones entre ambos que llevaron al nombramiento, asegurando que "no fue un momento a la luz de una bombilla". Ambos se esforzaron sin embargo en dar una imagen de complicidad: si Clinton le habló en segunda persona, Obama se refirió a ella como Hillary.

El otro gran nombramiento fue el de Gates, secretario de Defensa desde finales de 2006, cuando sustituyó a Donald Rumsfeld. Obama adelantó que en cuanto jure el cargo el 20 de enero encargará a Gates "una nueva misión": "Poner fin responsablemente a la guerra en Iraq a través de una exitosa transición al control iraquí".

Preguntado por su promesa electoral de retirar las tropas en 16 meses, Obama aseguró sigue considerando que es "el marco temporal adecuado", aunque insistió en que consultará con sus comandantes sobre el terreno y que "es probable" que sea necesario dejar un reducto para entrenar a las fuerzas iraquíes y proteger a los estadounidenses en el país.

Obama destacó que en su tiempo en el cargo Gates se ganó el respeto de los militares, los empleados del Departamento y los políticos de ambos partidos. "Estoy profundamente honrado", afirmó Gates.

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