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La OEA da 72 horas a Honduras para restablecer a Zelaya como presidente

  • El mandatario depuesto retrasa al fin de semana su regreso · España, Francia e Italia llaman a consultas a sus embajadores en el país · El Banco Mundial suspende sus préstamos al Estado centroamericano

La Organización de Estados Americanos (OEA) dio ayer 72 horas a Honduras para restablecer a Manuel Zelaya como presidente, amenazando con la suspensión, mientras España, Francia e Italia llamaron a consultas a sus embajadores, acumulando presión internacional sobre el Gobierno hondureño provisional que lo sustituyó.

La Asamblea General de la OEA instruyó a su secretario general, José Miguel Insulza, a que "junto a representantes de varios países, realice las gestiones diplomáticas dirigidas a restaurar la democracia y el Estado de derecho, y la restitución del presidente José Manuel Zelaya Rosales".

"De no prosperar estas iniciativas en un plazo de 72 horas, la Asamblea General Extraordinaria aplicará inmediatamente el artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana para suspender a Honduras", agregó.

Mientras, España, Francia e Italia llamaron ayer a consultas a sus respectivos embajadores en Honduras, como muestra de rechazo al golpe que el domingo derrocó a Zelaya.

Por su parte, Zelaya confirmó ayer en Panamá, donde asistió a la investidura de Ricardo Martinelli como presidente del país, que esperará para regresar a su país que se cumpla el plazo dado por la organización americana.

Zelaya recordó que "a partir de hoy, primero de julio, la OEA, unánimemente con todos los países de América, ha pedido que se les den 72 horas para restituirme en el cargo". "Ha empezado su cuenta regresiva con el fin de iniciar un proceso para mi retorno a Honduras", señaló.

Así pues, el depuesto presidente señaló que su regreso a Honduras será programado para este fin de semana con "el fin de hacer un retorno ordenado y apoyado por todos los países de la OEA".

El martes, la ONU condenó el golpe y pidió la restitución de Zelaya, en tanto que organismos financieros internacionales habían congelado sus préstamos.

La Asamblea General de ONU, en cuya tribuna el presidente depuesto defendió su causa, aprobó una resolución por unanimidad condenando el golpe y pidiendo su restitución.

Mientras tanto, organismos financieros como el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) anunciaron que suspenderán los préstamos y desembolsos a Honduras.

Roberto Micheletti, el nuevo presidente designado por el Congreso Nacional, aseguró la noche del martes en la cadena nacional que, ante el bloqueo de los organismos internacionales, se garantizarán 20 millones de lempiras (unos 776.300 euros) para luchar contra la gripe A y otros 30 millones (1,13 millones de euros) para la prevención de las inundaciones.

Mientras, el fiscal general, Luis Alberto Rubí, anunciaba una orden de captura internacional contra Zelaya, al que acusa de 18 delitos, entre ellos, traición a la patria, abuso de autoridad y corrupción. Rubí advirtió que "inmediatamente" que Zelaya ponga un pie en el país será detenido.

"El problema más difícil es cómo evitar un aislamiento total y convertirnos en un país paria", asegura el analista y director del Movimiento Consenso Ciudadano, Efraín Díaz.

"La comunidad internacional tiene que agotar determinados pasos antes de aislarnos", sostuvo antes de agregar que la visita de Insulza, que podría acompañar a Zelaya en su regreso al país, sería "inapropiada" y "más que ayudar, agravaría más el problema".

Tanto partidos políticos como empresarios, medios de comunicación y buena parte de la población están en contra del retorno de Zelaya y aprueban su expulsión del Gobierno y del país, el domingo, por las fuerzas armadas, cumpliendo una orden judicial apoyada por el Congreso Nacional.

Desoyendo a la Justicia que la había declarado ilegal, Zelaya estaba determinado a realizar ese día una consulta popular cuyo fin último era reformar la Constitución para permitir la reelección presidencial.

Micheletti, que siempre ha asegurado que su destitución no fue un golpe de Estado sino una sucesión legal, aseguró que se mantiene el calendario electoral para el 29 de noviembre y la entrega del poder al presidente electo el 27 de enero.

En declaraciones a emisoras colombianas, Micheletti pidió a los mandatarios de Argentina, Cristina Fernández, y Ecuador, Rafael Correa, quienes han manifestado su intención de acompañar a Zelaya en su viaje de regreso, que no interfieran en asuntos "que no les corresponden".

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