Rusia

¿Y si la anfitriona es el ogro de los octavos de final?

Cheryshev.

Cheryshev. / ETIENNE LAURENT / efe

Era un anfitrión sin ilusión, objeto de las burlas de sus propios aficionados y ahora es el primer clasificado para los octavos de final, con ocho goles en dos partidos.

Si la paliza a Arabia Saudí en el duelo inaugural fue un golpe de suerte (5-0), lo que ayer ante Egipto (3-1), ya no puede ser fruto de la casualidad.

De un día para otro, nadie quiere ver ni en pintura a Rusia en octavos, especialmente España y Portugal, los grandes favoritos a ocupar los dos primeros lugares en el Grupo B.

Además de contar con el apoyo de la hinchada local, Rusia tiene tres jugadores que están en un estado de forma impresionante: Golovin, Dzyuba y Cheryshev, éste último con tres goles.

El caso es que los amistosos no invitaban al optimismo, pues se encadenaban siete partidos sin ganar. Pero el técnico, Stanislav Cherchesov, dio un golpe de timón. Primero dejó fuera de la convocatoria a vacas sagradas como Glushakov, y después renunció a su credo de jugar con cinco defensas.

Además, perdonó a Dzyuba, con el que había tenido más de un roce, después de un año de ausencia de la selección.

Para sorpresa de la prensa rusa, Cherchesov ha demostrado tener cintura. El martes no tuvo inconveniente en sentar en el banquillo a Smolov, la estrella del equipo, que está en un alarmante bajo estado de forma. Y Dzyuba, que ya había marcado contra los saudíes, le respondió con un gran partido y otro gol.

La explosión de Golovin se veía venir desde hace tiempo en el CSKA, pero Cherchesov le ha dado galones, pese a sus 22 años recién cumplidos. Sus muchos pretendientes, empezando por la Juventus, ya se frotan las manos ante el nuevo Nevdev, con el que comparte el ser casi ambidiestro y capaz tanto de atacar como de defender.

Aunque el mayor éxito de Cherchesov puede ser fruto de la casualidad, ya que, aunque convocó a Cheryshev después de dos años sin vestir la camiseta nacional, el jugador del Villarreal saltó al campo en el primer partido sólo tras la lesión de Dzagoev. Ahora, cualquiera se atreve a sentarlo.

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