PRUEBA

Probamos el Suzuki Jimny, un buen todoterreno a precio competitivo

  • Es poco habitual que en este segmento exista un todoterreno puro. Suzuki sigue fiel a sus orígenes y lo demuestra con este modelo.

Suzuki Jimny.

Suzuki Jimny.

Suzuki mantiene que la cuarta generación de este modelo siga siendo un todoterreno de verdad. Prueba de ello es que mantiene el chasis de largueros y travesaños. 

Este modelo, que parte de los 17.000 euros, apenas tiene competencia en el mercado. De hecho para optar a un 4x4 con las aptitudes del Jimny hay que superar los 40.000 euros.

Comenzando por el diseño, cambia de forma apreciable respecto a su predecesor. Las formas redondeadas desparecen. Además, crece en 10 centímetros de longitud para llegar hasta los 3,65 metros.

Suzuki Jimny. Suzuki Jimny.

Suzuki Jimny.

Dentro comprobamos que el asiento no tiene regulación en altura y que ofrecen poca sujeción lateral. Llama la atención el asidero sobre la guantera, un elemento que prácticamente ningún coche cuenta con él.  En cuanto a los acabados Suzuki utiliza números plásticos duros pero dan buena sensación.

Donde el Jimny no destaca tanto es en el apartado de habitabilidad y maletero. Cuando desplegamos los asientos traseros, prácticamente no tenemos maletero. Y si los abatimos, para tener sólo dos plazas, el Jimny roza los 400 litros.

Suzuki Jimny. Suzuki Jimny.

Suzuki Jimny.

En ciudad su principal ventaja es la corta longitud. En carretera, otra vez más el Jimny tiene ciertas limitaciones. Entre otras cosas porque hace muchos esfuerzos cuando superamos los 100 km/h.

Suzuki Jimny. Suzuki Jimny.

Suzuki Jimny.

En este sentido, el ruido en el habitáculo es elevado a partir de esa velocidad y la dirección se muestra imprecisa y lenta. Sin embargo, de todo esto nos olvidamos cuando entramos en el campo, que es donde demuestra su gran comportamiento. Sin duda... un todoterreno de los de verdad y a precio competitivo.

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