Llenar el depósito del coche cuesta hoy 16 euros más que hace un año, pero apurar demasiado el depósito para repostar puede conllevarte a la larga un gasto mayor aún que esa diferencia de precios. Las prisas, la falta de tiempo, la sensación de que el coche corre más porque va más descargado de combustible, la adrenalina de sentir el riesgo de ir al límite para no quedarte tirado en la carretera o esperar a encontrar una estación de servicio que tenga tu marca de combustible favorita.

Muchos pueden ser los motivos por los que alargamos el momento para pararnos a echar gasolina sin conocer, en muchos casos, las consecuencias que puede ocasionar ese tipo de comportamientos al volante. ¿Por qué es perjudicial conducir con el deposito de gasolina en reserva? Aquí te lo aclaramos.

Consecuencias mecánicas de conducir con poco combustible

Los tres cilindros de 1 litro son de una nueva familia de motores, con distribución continuamente variable. Sólo al ralentí se siente la característica vibración de un tricilíndrico.

En primer lugar, más allá del estrés emocional que debe suponer saber que puedes quedarte sin combustible, acostumbrarnos a condicionar con poco combustible es perjudicial para el motor del coche. Puede conllevar una sobrecarga y sobrecalentamiento y afectar también a la refrigeración y a la oxigenación del combustible.

Desde el punto de vista mecánico también se pueden ver afectados los inyectores, al filtrarse la impurezas y la suciedad que suelen acumularse al final del depósito y alcanzar al motor. 

La falta de combustible puede afectar también a nuestra forma de conducción. Existen trucos para ahorrar combustible en la conducción, pero en ocasiones no son aconsejables y usarlos, ya que variar la forma de conducir puede provocar problemas de tráfico, tal y como han explicado en numerosas ocasiones desde la DGT. Además, los nervios podrían llevarnos a realizar una conducción imprudente para llegar a la gasolinera, afectando a demás usuarios de la vía.

Riesgo de multa por mal aparcamiento

Varios vehículos aparcados junto al depósito de la grúa y el Parque de los Príncipes.

Una de las grandes incógnitas en el mundo del motor es saber la capacidad exacta del depósito de gasolina una vez que se queda en reserva. Lo habitual es que tenga alrededor de 50 kilómetros, pero realmente hay algunos vehículos que tienen hasta para circular 120 km. Eso sí, mucho cuidado con quedarte tirado en la carretera porque además de los daños en el vehículo te expones a ser multado. ¡Sí! Puedes ser sancionado. No por quedarte sin combustible, pero sí por hacerlo en un lugar inadecuado y conducir sin diligencia ni precaución.

Así, siguiendo la recomendación de la DGT deberíamos repostar antes de que se encienda la luz de reserva de combustible en nuestros coches y lo ideal es conducir siempre por encima de un cuarto del depósito.