Un arañazo al aparcar o un pequeño golpe por alcance son habituales cada día en las calles de las ciudades. Incidentes que no impiden circular y que se saldan con un paso rápido por el taller y un gasto que no excede los 600 euros. Estas operaciones suponen algo más de la mitad de las reparaciones en España, pero la pandemia y su consecuente menor movilidad provocó que cayeran un 23 por ciento, según el informe “Cartografiando la posventa” de Solera, quien analiza más de cuatro millones de reparaciones anuales.

En este contexto, con una reducción del 20 por ciento de los kilómetros recorridos y un 17 por ciento menos de consumo de combustible, cifra esta última proporcionada por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos, los pequeños golpes también se redujeron: estas reparaciones descendieron el doble que las más caras, las que superan los 15.000 euros y apenas representan el 0,3 por ciento del total.

La operaciones de menos de 600 euros en chapa suponen casi la mitad de las entradas en taller, según Solera.

La vuelta a la normalidad en la movilidad provocará una recuperación rápida de estas operaciones de chapa en mayor media que las de mecánica, así se prevé que las primeras cierren el año un 7 por ciento por debajo de lo ocurrido en 2019 -el último año de normalidad-, mientras que las segundas serían inferiores al 11 por ciento.

Esta diferencia se explica en tanto que la carrocería depende única y exclusivamente de que los coches se muevan y, derivado de ello, sufran golpes e incidentes. Por el contrario, la mecánica, muy supeditada a los kilómetros, se verá condicionada al retrasar los conductores los mantenimientos preventivos y correctivos, lo que hará que la recuperación sea más larga en el tiempo.