Lo que al principio parecía que era una moda, tiene visos de convertirse en una relación estable dentro del sistema de movilidad y seguridad vial. Los patinetes han llegado para quedarse y nos enfrentamos al reto que supone una difícil convivencia con peatones, ciclistas, coches y motos. La pandemia ha servido también para extender el uso de este tipo de VPM. Sí, son rápidos, baratos y sin exposición al virus. Pero no todo vale a la hora de conducir un patinete y muchos de sus usuarios lo hacen sin experiencia y a modo de 'juego'.

Día tras día las escenas de peligro se repiten con el alto riesgo que supone, sobre todo para el conductor de este tipo de vehículos, mucho más expuestos por la escasa protección e impacto directo que sufren en los accidentes. Esta semana, sin ir más lejos, un patinete se saltó un semáforo y chocó contra la puerta de un conductor de un taxi en Plaza de Cuba. El vehículo iba conducido por un menor y llevaba pasajero (algo prohibido). Afortunadamente ninguno de los ocupantes resultó herido de gravedad pero quizás dos segundos antes el desenlace podría haber sido fatídico. En verano, cazaron a un hombre circulando en patinete por la A-4 y el balance de accidentes con patinete eléctrico aumenta respecto al año pasado.

Y este tipo de comportamiento se dan en muchos puntos del país, como en Barcelona, donde un estudio del RACC retrata los problemas que se presentan entre los diferentes vehículos y destaca que la mayoría de usuarios de patinete desconoce las normas y se las salta. 

Infracciones que se cometen con el patinete

Dos usuarios en sendos patinetes de alquiler por el carril bici de la Avenida de la Constitución de Sevilla.

El informe, elaborado en junio mediante 600 entrevistas y 3.000 observaciones en puntos de elevada circulación de Barcelona, detecta que los que usan patinetes cotidianamente desconocen la mitad de los aspectos básicos de la normativa que les afecta y, los sepan o no, es habitual que se los salten. Circular por las aceras libremente, no usar el casco obligatorio, la carencia de luces por la noche o llevar pasajeros, como en el comentado incidente en el barrio de Los Remedios, son algunas de las infracciones que con mayor asiduidad se cometen cuando se conduce un patinete.

La radiografía del usuario de patinete que se presenta en el RACC es de un joven de entre 26 y 30 años, con menos de un año de usa este medio de transporte, que se mueven en patinete unas tres veces al día para trayectos inferiores a cinco kilómetros con tiempos de recorrido de diez y a lo sumo 20 minutos.

¿Cómo solucionar estos problemas? El RACC defiende una formación obligatoria gratuita, incluso con un pequeño permiso o licencia, además de tener las infraestructuras viarias adecuadas para ordenar la situación. Para empezar, y observando que el mal uso del patinete se está extendiendo, la DGT se pone seria y obligará a los propietarios de los patinetes eléctricos a tener un certificado de circulación.