Gregorio jiménez lópez · Presidente de puleva biotech

"Los productos pasan, la marca permanece"

  • El presidente apuesta por la innovación como clave del éxito. "Todos los productos son mejorables o componentes de un producto superior", afirma.

Este bastetano que preside desde 2004 Puleva Biotech, la filial del Grupo Ebro Puleva, en el que entró en 1974, apuesta por ofrecer al consumidor valores intangibles. Una de las máximas de Jiménez es que "los productos pasan, mientras que la marca permanece". Con esta filosofía, el presidente de la empresa granadina más conocida internacionalmente, reveló a los asistentes al encuentro que "una de nuestras bases de éxito es que hemos creado una organización con una cultura potente que se ha ido formando dentro de la compañía".

La alianza entre salud y alimentación ha sido vital en el éxito de Puleva. Tal y como aseguró Jiménez "asociar alimentación y salud es un binomio de éxito, la salud depende de una serie de factores, en primer lugar, el genético y en segundo, la alimentación. Nosotros trabajamos en el factor externo más importante, la alimentación, por lo tanto, se convierte en un binomio crítico y la base de toda nuestra estrategia".

El próximo mes de abril, Puleva cumplirá cien años ofreciendo a los consumidores innovación, calidad y salud. Ante este aniversario el granadino se muestra orgulloso de formar parte de una compañía andaluza de referencia internacional en materia agroalimentaria y pionera en el desarrollo de alimentos funcionales en Europa, algo que atribuye en gran parte a la formación y la tenacidad de sus trabajadores. "Queremos gente recién licenciada para formarla. Creo que hace falta crear escuela, algo que se hace poco en estas latitudes. La formación, el empeño y el trabajo diario es imprescindible para crear un modelo de éxito, y debemos ser conscientes de que crear una cultura de empresa necesita su tiempo, su modelo y un aporte extra de formación", asegura Jiménez.

El granadino se muestra convencido de que en el mundo de la alimentación, hoy en día, la innovación es el único camino posible para crecer y generar un valor añadido que haga triunfar a los productos. Así, y dada la coyuntura ecónomica en la que nos encontramos, Jiménez apuesta por crear productos innovadores. "Todos los productos pueden ser mejorables o componentes de un producto superior, algo que nos cuesta entender en Andalucía porque somos productores y todavía tenemos la visión del producto y no la del consumidor. En las grandes crisis en donde uno es valiente, se quita los miedos y los perjuicios y toma decisiones arriesgadas que a largo plazo producen triunfos en el tiempo", dice Jiménez.

En cuanto a si la innovación puede ser una salida para las empresas que se encuentran en una situación límite, a juicio de Jiménez, "cuando todo el mundo vende lo mismo, la única variable es el precio. Para que la variable no sea el precio hay que vender cosas diferentes y para ello hay que invertir en aquellos recursos necesarios, en I+D, en los trabajadores y en tecnología. Esas variables no se pueden improvisar".

La importancia de la marca

Para que la estrategia de Puleva sea un éxito desde hace un centenar de años ha sido necesario crear una marca que tenga una síntesis de valores que se construyen desde los productos y la comunicación. Según explica Jiménez, "una marca se construye con dos grandes pilares: uno son los productos que van aportando a la marca un valor y el otro es la comunicación, que va reforzando esos valores. Hay productos que aportan confianza al consumidor como por ejemplo los pertenecientes a la alimentación infantil, o aquellos asociados al concepto de salud como los que llevan Omega... así los productos van construyendo valores a la marca".

"Nos hemos acostrumbrado al éxito demasiado rápido" dice el directivo de Puleva, "y el éxito necesita tiempo y preparación. Es necesaria la inversión para conseguir intangibles, los productos son sólo una excusa para construir marcas, porque lo que realmente queda en la mente del consumidor es la marca, los productos se quedan obsoletos y pasan".

En cuanto a los posibles efectos negativos que pueden crear las marcar blancas en el sector agroalimentario, Jiménez cree que "son un aliciente más para incentivar la innovación. También están dentro del escenario, y hay que ser conscientes de que cuando diseñas un producto lo van a imitar. De esta forma, tenemos que crear modelos que puedan protegerse en el tiempo", concluye el directivo.

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