Tráfico de pasajeros del Estrecho

Un centenar de trabajadores de agencias de viajes de Algeciras pueden quedarse sin empleo

  • Las empresas reclaman a las navieras que les permitan seguir con la venta de billetes al menos durante un año o tendrán que cerrar sus puertas antes del verano

La estación marítima del Puerto de Algeciras.

La estación marítima del Puerto de Algeciras. / Erasmo Fenoy

Un centenar de trabajadores de trece agencias de viajes que desarrollan su actividad dentro de la estación marítima del Puerto de Algeciras pueden quedarse sin empleo si sus empresas no consiguen recuperar su actividad como vendedoras de los billetes de los ferris que cruzan el Estrecho en las próximas semanas.

Estas agencias de viajes están abocadas a la desaparición de aquí al principio del verano, después de que las navieras que realizan el tráfico de pasajeros a través del Estrecho hayan decidido dejar de servirles los billetes para su venta. Es decir, han suspendido una relación comercial que comenzó hace 40 años.

Lo han hecho, además, justo cuando acaban de restablecerse las rutas de ferris para pasajeros entre España y Marruecos, tras más de dos años inoperativas, lo que también permitirá organizar el dispositivo de la Operación Paso del Estrecho para 2022 (OPE), la primera que se celebre tras el estallido de la pandemia. 

Durante ese tiempo, las agencias de viajes pusieron a sus 80 trabajadores en ERTE puesto que dejaron de tener ingresos. Solo quedaron, como autónomos, los propietarios de las empresas. El plazo para mantenerlos en esa situación se cumple el 30 de junio. Si para entonces siguen sin vender billetes, tendrán que despedirlos, indemnizarlos, devolver las exenciones fiscales obtenidas por la pandemia y cerrar las empresas.

"Una ruina", define con claridad Juan Parada, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Algeciras. "Estamos sobreviviendo de los ahorros", continúa el empresario, que en compañía de los miembros de su Junta Directiva, Manuel Ruiz Rovira y Juan José Salvo Varo, así como con el secretario comarcal en el Campo de Gibraltar de FSC-CCOO, Miguel Alberto Díaz, explicó el problema en persona el jueves al alcalde de la ciudad, José Ignacio Landaluce. Este viernes se ha reunido con el presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA), Gerardo Landaluce y, próximamente, con responsables de la Junta de Andalucía.

La idea es que entre todos medien ante las navieras para que vuelvan a facilitarles los códigos que les permiten vender billetes para cruzar el Estrecho en el interior de la estación marítima. Además, estas empresas acaban de obtener un año de prórroga para la explotación de los locales comerciales que ocupan en el edificio de la APBA, donde las navieras tiene sus propias taquillas para expender los tickets. Una vez pasado ese tiempo, el Puerto sacará de nuevo a concurso estos espacios.

Es decir, lo que piden es que las navieras mantengan durante un año su relación comercial con ellos. A partir de ahí ya se verá. 

“Trataremos de hacer todo lo que esté en nuestras manos para que ambas partes puedan llegar a un acuerdo que de solución a este grave conflicto, que está suponiendo la asfixia económica tanto para estas empresas, como para las familias de sus trabajadores”, explicó José Ignacio Landaluce.

Marruecos suspendió el tráfico de pasajeros con España como medida de precaución por la pandemia de coronavirus el 12 de marzo de 2020. Al día siguiente anunció el cierre de las fronteras de Ceuta y Melilla. Unos meses después, canceló la Operación Paso del Estrecho y al año siguiente excluyó de ella a los puertos españoles, entre ellos los de Algeciras y Tarifa. Todo ello, mientras se producían vaivenes en la incidencia de la pandemia y crecía la crisis diplomática por la acogida en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, por motivos humanitarios y también por la negativa del Gobierno a reconocer el Sáhara Occidental como marroquí.

El impacto para las empresas y sus trabajadores ha sido desde entonces enorme. Ahora, incluso se ha empeorado para un centenar de empleados. 

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