El puerto de Valencia retoma la iniciativa para la ampliación de sus instalaciones en su fachada norte. La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) ha sacado esta semana a concurso la redacción de un estudio de viabilidad y concreción de las obras para el desarrollo de la terminal de contenedores de su ampliación norte.

Se trata de una zona de reserva protegida por un dique de abrigo terminado a finales de 2011 y que la planificación estratégica de la dársena contempla como recinto para acoger una nueva terminal de contenedores y otra de cruceros.

"Esta ampliación, que se llevará a cabo en dos fases para adaptar la capacidad a la demanda, permitirá seguir ofreciendo un óptimo servicio a nuestra economía y mantener el carácter interoceánico que garantiza la conectividad con los mercados de los cinco continentes", justifica el puerto valenciano en su página web. No obstante, no ha sido hasta mediados de 2015 cuando el puerto de Valencia logró dar uso a los terrenos para contenedores construidos en sus ampliaciones precedentes.

El estudio proyectado ahora supone el primer paso, puesto que será en dicho documento donde se fijen "la combinación de las inversiones públicas y privadas a realizar, las condiciones técnicas, económicas y financieras de las mismas y su calendario óptimo de ejecución", según el pliego de condiciones. La licitación prevé un plazo de redacción de doce meses y un coste total máximo de 605.000 euros. El plazo de ofertas se encuentra abierto hasta finales de febrero, por lo que el diagnóstico no estará elaborado hasta bien comenzado el año 2018.

El puerto valenciano prevé desarrollar en la primera fase una superficie bruta de 95 hectáreas con una longitud de atraque de 1.380 metros y un calado de -18 metros. Esta pastilla estará ubicada contigua a la superficie de reserva para actividades complementarias (de otras 20 hectáreas) y frente a la nueva terminal de cruceros que también se contempla en la ampliación. La segunda fase contempla una superficie bruta de 64 hectáreas; 1.300 metros de atraque y -16 de calado.

Los técnicos que elaboren el estudio deberán basarse en las previsiones de tráfico de los próximos 35 años, de aquí a 2052, con un estudio de capacidad de las terminales actuales y de las futuras previstas en la ampliación "para dar servicio competitivo y fiable a los tráficos previstos hasta el año horizonte, teniendo en cuenta el modelo ideal de desarrollo tecnológico, automatización, sostenibilidad e integración intermodal", así como una evaluación del impacto en las actuales terminales de cajones de mercancías.