Los edificios portuarios, en perfecto estado de revista. La Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) destinará hasta 2,1 millones de euros a lo largo de cuatro años para las tareas de mantenimiento y reparaciones en las fachadas y cubiertas de sus inmuebles.

La administración del Puerto de Algeciras ha puesto en marcha un concurso público para adjudicar el servicio, que también abarcará a las instalaciones del Puerto de Tarifa y a Campamento (San Roque). La licitación se encontraba en plazo de presentación de ofertas cuando se decretó el estado de alarma por la pandemia de coronavirus. Ante esto, la APBA ha anunciado a través de su perfil del contratante que los plazos volverán a activarse una vez que se supere la situación.

El pliego de condiciones para el contrato detalla que los edificios de los puertos de Algeciras y Tarifa poseen servicios de mantenimiento de instalaciones de climatización y alumbrado, de equipos de elevación (ascensores, escaleras mecánicas y montacargas), de instalaciones contra incendios y otras prestaciones. Sin embargo, la APBA no dispone de una empresa de mantenimiento de obra civil que abarque la envolvente de los edificios (fachadas y cubiertas). Ello provoca, según la memoria justificativa del contrato, que haya filtraciones recurrentes en algunos inmuebles que provocan molestias e incluso pueden derivar en problemas estructurales. El mantenimiento, agrega la memoria, permitirá incrementar la vida útil de las edificaciones.

El ámbito del contrato de servicios abarca a más de 40 inmuebles de titularidad pública. Solo en Algeciras son una veintena, entre los que se encuentran todos los edificios administrativos, la estación marítima, la sede social, los almacenes, la lonja, las instalaciones de Al-Cultura, el Puesto de Inspección Fronterizo o el Auditorio Millán Picazo.

En Tarifa, además de la estación marítima, la empresa adjudicataria deberá mantener las cubiertas y fachadas de la lonja y los locales de saladero, la fábrica de hielo o varios almacenes así como el pórtico de entrada al recinto y el cerramiento perimetral del Puerto. En Campamento, el mantenimiento se ceñirá al Centro de Formación.

El listado se completa con los cinco faros que dependen de la APBA: Carboneras, Punta Carnero, Isla de Tarifa, Punta Paloma y Camarinal así como varios centros de transformación en Algeciras, Tarifa y Campamento. Cada uno de los inmuebles tendrá una ficha en la que se recogerá el estado inicial, así como cualquier cambio y tarea ejecutada sobre el mismo.

El Auditorio Millán Picazo, en Algeciras.

Una vez firmado el contrato, y antes que de comience el servicio, la empresa que resulte adjudicataria deberá presentar a la Autoridad Portuaria un plan de implantación en el que detalle las actividades que pretende realizar. En su labor, podrá apoyarse en empresas subcontratadas o colaboradoras.

Además, en los seis primeros meses de vigencia del contrato, la compañía deberá haber realizado una inspección de las infraestructuras, fachadas y cubiertas, e informar a la APBA sobre las que requieran actuaciones prioritarias. En el caso de que alguno de los inmuebles presente alguna patología que requiera de atención inmediata, deberá proceder a la reparación independientemente de que se haya elaborado el informe.

El servicio de mantenimiento deberá contar con una plantilla mínima que deberá completarse con los oficios especializados que sean requeridos para ejecutar los trabajos. Así, la compañía deberá tener un director técnico para coordinar todas las acciones y ser el interlocutor con la administración portuaria.

La cuadrilla de personal de mantenimiento deberá estar compuesta por, al menos, un encargado general, dos oficiales de primera (uno de ellos especializado en pintura), un peón especialista, un peón ordinario y un ayudante especialista en pintura.

La empresa adjudicataria deberá aportar todo el material necesario, entre el que se encuentran las herramientas manuales, vehículos, maquinaria, carretillas y compresores, así como andamiaje, grúas, plataformas y otros sistemas de elevación. La compañía deberá estar dotada de medios para el control, medida, localización y diagnóstico de las posibles patologías que presenten los inmuebles.

Aunque el servicio está previsto por cuatro años, cabe la posibilidad de una prórroga anual. La liquidación y los pagos serán progresivos con abonos por parte de la APBA a la compañía adjudicataria a lo largo de los cuatro años de vigencia.