Música Clásica | Libros

El siglo de la Enciclopedia

  • La editorial Akal continúa su colección de ‘Historia de la música occidental en contexto’ con el volumen que el musicólogo estadounidense John Rice dedica a la música en la era de la Ilustración

El teatro de la margravina de Bayreuth, escenario actual de óperas barrocas, se construyó mediado el siglo XVIII

El teatro de la margravina de Bayreuth, escenario actual de óperas barrocas, se construyó mediado el siglo XVIII / D. S.

Tomo la sugerencia del historiador Jacques Barzun, que destaca John Rice en el primer capítulo de este libro, para caracterizar la época de su estudio: El siglo de la Enciclopedia. La confianza en el progreso científico y en los beneficios de la razón ilustrada impregnaron las ideas y las acciones de las elites intelectuales europeas impulsando, en efecto, proyectos tan extraordinarios como el de la Encyclopédie, un intento por atrapar y categorizar todo el conocimiento humano.

El estilo clásico se aprovechó de la consolidación del racionalista sistema tonal y desarrolló la racionalista forma sonata

Una época a la que dieron lustre y en la que marcaron tendencia las mentes racionalistas favoreció obviamente un arte (y, por tanto, una música) regida por los principios de la razón. El estilo clásico, que se fundamenta en el dominio de la melodía acompañada en texturas transparentes y sencillas, en frases regulares, con cadencias bien marcadas, y en armonías claras y funcionales, se aprovechó de la consolidación del racionalista sistema tonal que se había ido configurando desde principios del siglo XVII y desarrolló la racionalista forma sonata como supremo recipiente en el que verter la fantasía de los artistas.

En cualquier caso, a veces se olvida que los músicos clásicos no renunciaron a un principio básico de su actividad: conmover al espectador. Aunque esa tendencia a la moderación de contrastes, a la simetría y a la naturalidad es real, el sentimiento no desapareció ni mucho menos de la música. No en vano, el estilo sentimental vinculado a Emanuel Bach y la escuela berlinesa o el Sturm und Drang están también detrás de la aparición y desarrollo del Clasicismo musical.

Pese al título de su libro y a que, en efecto, se acerca en ocasiones a las primeras décadas del siglo para trazar antecedentes y señalar trayectorias, es la época clásica, entre el estilo galante y el Beethoven heroico, el motivo del estudio de John Rice, que se encardina en la serie de estudios históricos publicados por la editorial W. W. Norton & Company en Nueva York hace poco más de un lustro y que Akal está vertiendo al español desde hace dos años bajo el epígrafe genérico de Historia de la música occidental en contexto, colección pensada en seis volúmenes y de la que sólo queda por salir al mercado uno, el dedicado al período medieval.

La música en el siglo XVIII - John Rice La música en el siglo XVIII - John Rice

La música en el siglo XVIII - John Rice

Al lector le sorprenderá seguramente que los tres grandes nombres del Clasicismo (Haydn, Mozart y Beethoven) tengan un tratamiento relativamente reducido en comparación con lo que suele ser normal en los manuales de historia del período. No es que Rice pretenda revolucionar el mundo de la musicología ni el de la estética restándoles importancia, es que justamente por esa presencia abrumadora (y razonable, habría que añadir) de los tres gigantes en la historiografía más tradicional, el profesor americano ha preferido extender y hacer descansar su mirada en otros nombres y otras realidades mucho menos conocidas.

Aunque atiende a cuestiones sociales y culturales de la época, hace hincapié en el papel de las mujeres y plantea algunas interesantes diatribas musicológicas de reciente actualidad (como la que discute el uso del término clásico para caracterizar a la música del período), la obra de Rice discurre de forma más o menos convencional, esto es, diacrónica, en un análisis del desarrollo estilístico, desde el contraste entre estilo erudito y galante en las primeras décadas del XVIII hasta el estilo heroico de Beethoven, aunque lo hace sin un centro vital (Viena sigue siendo importante, pero no es el sol en torno al cual gravitan el resto de astros de Europa), paseándose por los distintos ámbitos geográficos, que ahora adquieren un nuevo estatus, saltando de ciudad en ciudad y de corte en corte, sin olvidar (y esto sí es una novedad notable) la realidad americana.

Viena no es ya aquí el sol en torno al cual gravitan el resto de astros de Europa

Así, por el libro de Rice discurren Nápoles y su sistema de formación musical, el mundo de la ópera de carnaval en Venecia y Roma, el París de los salones y de los visitantes ilustres, pre y postrevolucionario, el Londres de los conciertos públicos y el Londres de Haydn, la Viena de Gluck y la de Mozart y la de Beethoven, el Berlín de Federico II y el mundo de las cortes centroeuropeas (Mannheim, Bayreuth, Eisenstadt), la San Petersburgo de Catalina la Grande, con su obsesión por la ópera italiana, el Madrid de Scarlatti y de Boccherini, la Praga que vio el estreno de Don Giovanni, Jamaica, Brasil, México... Planetas en órbitas que se cruzan sin centro conocido.

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